Ante las abrumadoras evidencias de indiscutibles actos de corrupción o mal manejo de fondos de ex mandatarios y otros funcionarios de gobiernos de ARENA develadas en medios digitales, el Fiscal General Douglas Meléndez, de forma tímida ha dicho que investigará, no sin antes intentar evadir al tema, con el silencio primero, y luego tirarle “la pelota” a la Corte de Cuentas de la República.
Por cierto, llama la atención que los “grandes medios de comunicación” han ignorado esas revelaciones, y optado por ignorar las noticias de corrupción de los tres gobiernos de ARENA anteriores a Saca.
Sí han destacado, hasta con cierta morbosidad, los casos de funcionarios vinculados a los Gobiernos del FMLN, donde se puede ver el sesgo y gran intencionalidad política hasta de la Fiscalía General de la República.
En el caso del Director General de Centros Penales Rodil Hernández, la Fiscalía lo manda a capturar, lo mantiene dos días en una celda, y la jueza le ha dado libertad sin sobreseimiento. El ente fiscal ni ha presentado pruebas contundentes, ni para el proceso.
La diputada Lorena Peña dijo, a través de las redes sociales, que la captura de Rodil era un distractor, una cortina de humo para ocultar los destapes de la corrupción de los cuatro gobiernos de ARENA, y para opacar el informe presidencial de los tres años de Gobierno.
La decisión de la jueza de ponerle a Rodil medidas cautelares, y su declaración en la que deja en evidencia las falencias de la Fiscalía en la sustentación del caso, nos hace pensar que la diputada Peña tenía razón.
Y ha sido hasta entonces que el Fiscal General Douglas Meléndez ha aparecido ante los medios, después de bastantes semanas de ausencia, para decir tímidamente que se va a investigar sobre las evidencias de corrupción que han aparecido en los medios digitales, y que Diario Co Latino ha retomado por considerarlos de relevancia pública.
El señor Fiscal, no obstante, ha cometido dos pecados, en primer lugar, poner en duda las pruebas publicadas por los medios, por no tener en sus manos originales, cuando es la investigación fiscal la que debe procurarlos para, precisamente, una vez analizadas, descartar o iniciar un proceso judicial.
En segundo lugar, trata de evadir su responsabilidad constitucional, y le “tira la pelota” a la Corte de Cuentas de la República.
Nos parece que si bien la Corte de Cuentas debió hacer lo suyo en su momento, a estas alturas es bien difíciles echarle responsabilidades, por lo que es la Fiscalía la adecuada para ventilar estos casos.
Esperemos que la Fiscalía lo tome en serio, e investigue tal y como se lo han solicitado las organizaciones sociales y populares.