“Adiós a las armas, adiós a la guerra, bienvenida la paz”, externó el comandante Rodrigo Londoño (Timoleón Jiménez), máximo dirigente de las Fuerzas Armadas de Colombia, al finalizar su discurso, en el acto de entrega de las armas de la ex guerrilla más antigua de América Latina.
Londoño, si bien justificó el proceso revolucionario en el que se enlistaron millares de colombianos, muchos de los cuales cayeron en combate, resaltó el nuevo escenario de lucha política en el que se integra la dirección y militantes de las FARC.
Las FARC fueron formadas en septiembre de 1964, bajo la conducción, entre otros, de Pedro Antonio Marín (Manuel Marulanda Vélez, llamado también “Tiro Fijo”), cuya columna inicial formaban 75 campesinos combatientes. Marulanda murió el 26 marzo de 2008. Le sucedió Alfonso Cano, quien cayó en combate a finales del año 2011.
Durante los 53 años de lucha de guerrillas que libraron las FARC, los planes militares más exitosos fueron desarrollados, según Verdadabierta.com, entre los años 1995 a 1998.
A partir del año 2000, las FARC enfrentaron los embates directos de los Estados Unidos que impulsó el Plan Colombia, un programa que buscaba incidir favorablemente hacia Estados Unidos, en toda América del Sur, sobre todo, porque consideraban como una amenaza, el surgimiento de Gobiernos de izquierda. Estados Unidos invirtió, en el marco del Plan Colombia, 1,200 millones de dólares.
Las FARC entraron a procesos de paz desde finales de la década de los 90 del siglo pasado, pero todos fracasaron, hasta que el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos decide sentarse en la Habana, Cuba, y en Oslo, Suecia, con la dirigencia de las FARC, que terminan con la firma de un acuerdo de paz el 24 de noviembre de 2016. Aunque, el proceso de paz inicia a principios del año 2012.
La guerra interna en Colombia, que en 53 años dejó más de 8 millones de víctimas, llegó a su fin ayer, cuando las FARC finalizaron la entrega a la ONU, de sus armas, que en total sumaron 7,132 armas hombres, cuyos combatientes se mantienen concentrados en 26 zonas.
Los guerrilleros y guerrilleras recibieron ayer las acreditaciones del desarme, para que se incorporen a la vida civil y política.
Londoño, en tanto el máximo dirigente de las FARC-EP, señaló que pese a compromisos pendientes, como la liberación de los guerrilleros en prisión, y la seguridad personal de los ex guerrilleros en las nuevas actividades, no dudaron en que la vida política y en paz está garantizada de parte de las FARC.
Lo mismo hizo el Presidente Juan Manuel Santos, quien estuvo en el acto del desarme de las FARC en Mesetas, del departamento del Meta, en la región central de Colombia, con el compromiso del cumplimiento de los deberes entre las partes para una “paz justa, estable y duradera”.
Sin lugar a dudas, Colombia ha dado un gran paso para terminar la guerra definitiva con una de las guerrillas más antiguas del continente. A los colombianos les queda el reto de profundizar el diálogo con el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), para que Colombia ponga el marchamo al fin de la guerra de guerrillas en ese país, fundado por Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.