Eugenio J. Ríos
El señor quizás nunca había salido de la capital para visitar o conocer muchas comunidades del país, sobre todo las abandonadas por la marginación de los cuatro gobiernos de Arena, porque hay otras de reconocido progreso producto del trabajo de los buenos alcaldes en armonía con los habitantes.
Nos referimos al señor Mauricio Interiano, presidente de Arena, quien se ha distinguido por su actitud contradictoria, su poca firmeza para mantener una posición y sus frases alambicadas, es decir el juego de palabras para aparentar mucho conocimiento, sobre todo de temas políticos, económicos y sociales.
En su visita a las comunidades se asombra de la humildad de las personas: “Se me acercó una señora en una iglesia y me pidió resolver la situación fiscal porque tiene cuatro nietos y ya no aguanta esta situación”. Resulta difícil creerle este intercambio de palabras, pero suponiendo que fuera cierto, fue necesaria la intervención de una mujer salvadoreña para que Arena entendiera y aceptara pactar.
En San Isidro, Cabañas, habría ocurrido un hecho parecido cuando otra señora se le acercó y en la plática sostenida le contó que desde febrero pasado el gobierno no les había cancelado el valor de los uniformes hechos para los programas escolares. Los famosos proveedores a quien el señor Interiano está decidido a ayudarles.
Dejemos las visitas y las conversaciones con gente del pueblo y concentrémonos en las frases célebres. En su última aparición en una entrevista por televisión dijo textualmente: “Era importante acelerar los acuerdos”. El caballero es un gran bromista o quiere tomarnos el pelo. Arena se tardó meses para sentarse a conversar sobre el tema fiscal y dar sus votos para la aprobación de $550 millones en bonos.
El señor Interiano sigue con sus gracejadas: “Está por verse los cumplimientos” y “son acuerdos para El Salvador”. Los bonos no se colocan ni se venden rápidamente, debe abrirse una línea de crédito con la banca, mientras se cuenta con el dinero. El gobierno ha firmado un acta de cumplimiento y entiende que se trata de estabilizar las finanzas hasta diciembre.
“La confianza se cumple” y “”sigamos buscando soluciones y acuerdos”, afirma Interiano. El gobierno hace tiempo se ganó la confianza de la población, sobre todo la más humilde, por su capacidad de diálogo, acercamiento y concertación con los distintos segmentos de la sociedad, los reacios a los acuerdos son los señores del dinero y por supuesto Arena.
El presidente de Arena, aprueba los disturbios y el cierre de calles. “Fue una decisión tomada por los alcaldes por su desesperación ante la no aprobación del FODES”. De aquí en adelante, los salvadoreños actuarán de hecho y con medidas fuera de la ley para que se cumplan sus peticiones. Esto jamás debe ser un consejo de políticos responsables.
Nadie puede actuar fuera de la ley ni del Estado de Derecho.
“El ambiente de frustración”, alabado por Interiano, jamás debe ser una excusa para dar rienda suelta a los más bajos instintos, el mismo autoritarismo predicado por Arena, no les ha dado resultado, igual los constantes hechos de corrupción practicados por sus alcaldes y altos dirigentes. Más temprano que tarde la justicia cae sobre los que sobrepasan los límites de la cordura y las buenas costumbres.