Por Abdelhamid Zebari
Erbil/AFP
Las fuerzas iraquíes y kurdas se preparaban este sábado para recuperar el terreno perdido en el norte de Irak tras los bombardeos estadounidenses contra posiciones yihadistas, tadalafil que Washington está dispuesto a continuar «si es necesario».
El presidente de Estados Unidos, try Barack Obama, prometió el sábado continuar con los bombardeos aéreos contra yihadistas en Irak, «si es necesario» para proteger a diplomáticos y asesores militares estadounidenses.
La decisión de Obama de enviar aviones de guerra a Irak tres años después de la retirada de sus tropas puede suponer un punto de inflexión en este conflicto, que enfrenta desde hace dos meses al Estado iraquí con los yihadistas.
Los insurgentes suníes dirigidos por el Estado Islámico (EI) se han hecho con amplias zonas del territorio iraquí, pero hasta ahora se habían mantenido alejados del Kurdistán. Este pacto tácito de no agresión acabó a finales de julio, y los peshmergas [combatientes kurdos] han sufrido varios reveses.
Dar la vuelta a la situación
Tras un día de ataques aéreos estadounidenses contra los yihadistas del grupo EI, un alto oficial en el Kurdistán iraquí dijo que había llegado el momento de contraatacar.
«Tras los ataques de Estados Unidos, los peshmerga primero se reagruparán, luego se desplegarán en áreas de las que se habían retirado, y por último ayudarán a los desplazados a volver a sus hogares», dijo Fuad Husein a los periodistas el viernes en Erbil, la capital kurda.
Los combatientes del EI se encuentran a apenas unos 40 ikm de Erbil, pero aún no han cruzado la frontera de la provincia autónoma.
Para el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, el kurdo Hoshyar Zebari, el hecho de no haber ayudado militarmente a los peshmerga fue un error.
Sin embargo, consideró que los ataques aéreos estadounidenses detuvieron el deterioro de la situación sobre el terreno y permitieron a las autoridades federales y kurdas luchar «codo con codo en las mismas trincheras», dijo.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo el viernes que los ataques tendrían «un alcance muy limitado» y excluyó desplegar tropas sobre el terreno, pero el jefe de personal militar iraquí, Babaker Zebari, consideró que la intervención permitiría una acción conjunta para retomar grandes zonas perdidas en favor de los extremistas suníes.
Aunque se desconoce cuánto tiempo y qué alcance tendrá la ofensiva estadounidenses en Irak, los analistas consideran que los ataques podrían invertir la tendencia de la expansión yihadista desde el lanzamiento de su ofensiva a principios de junio.
«Los ataques aéreos podrían debilitar algunas posiciones del EI y facilitar la contraofensiva en el terreno a los peshmerga kurdos», consideró John Dreake, de la empresa de seguridad AKE Group.
Dreake dijo también que los ataques podrían eliminar algunos centros de comando e interrumpir la cadena de mando del EI.
Riesgo de que mueran en masa
De forma paralela a los ataques militares, que el presidente Barack Obama dijo que continuarán «si es necesario», el Pentágono dijo el viernes que habían realizado una segunda entrega aérea de víveres a «miles de ciudadanos iraquíes» amenazados por los yihadistas en el monte Sinjar.
La conquista de Sinjar, un bastión de la minoría kurdohablante yazidí adepta de una religión preislámica en parte salida del zoroastrismo, había provocado el domingo la huida de 200.000 civiles, según la ONU.
Desde entonces muchos de ellos están atrapados en una zona montañosa de altas temperaturas donde se enfrentan a la doble amenaza del hambre y la sed y de los yihadistas.
«Estados Unidos no puede simplemente mirar hacia otro lado. Eso no es lo que somos. Somos americanos. Actuamos. Lideramos. Y eso es lo que vamos a hacer en esa montaña», aseguró Obama este sábado.
La diputada yazidí, Vian Dakhil, convertida en imagen de su comunidad después de romper a llorar el martes durante una sesión parlamentaria, alertó este sábado de que «quedan uno o dos días para ayudar a esta gente. Después, empezarán a morir en masa».
«Estados Unidos debería atacar Sinjar, aunque haya víctimas civiles. Es mejor eso que dejar morir a todo el mundo», pidió Dakhil.
«Sufren deshidratación, insolación y algunos de ellos están seriamente traumatizados», dijo a la AFP Suzanna Tkalec, directora del Comité de Rescate Internacional en referencia a los cerca de 4.000 desplazados que atienden en Siria.
También 100.000 cristianos iraquíes huyeron el jueves de sus casas en las llanuras de Nínive, al oeste de Mosul.
Australia indicó que estudia participar en la entrega de víveres, mientras que Francia dijo estar «preparada para tomar parte» en la ayuda a los civiles y Reino Unido anunció lanzamientos en paracaídas para ayudar en las próximas 48 horas.
En sus últimos avances, el EI tomó la represa de Mosul, amplias zonas al este y oeste de sus bastiones en Irak y diluyeron aún más su frontera con la parte siria del «califato» que proclamaron en junio.