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Las graves faltas a la moral

Salvador Ventura

En su edición del viernes 23 de mayo del año en curso, ampoule El Diario de Hoy hace un gran desplegado de obras supuestamente pendientes, rx sin concluir o nunca iniciadas por el Ministerio de Obras Públicas, en ese su constante peregrinar para desacreditar o calificar de ineficiente al primer gobierno del FMLN.

Y lo hace no con el propósito sano de hacer una evaluación o un recuento más o menos exacto de los proyectos realizados o no por los distintos ministerios, pues lo ha hecho con las carteras de Educación, Salud y Seguridad Pública. En esta edición aludida también se refiere a Medio Ambiente y a la situación económica.

Lo hizo durante cinco años y en las últimas semanas con mayor fuerza distorsionando las informaciones para tratar de opacar la brillante toma de posesión de las nuevas autoridades del Ejecutivo, una actitud perversa y nada ética pues en el mandado y en el pecado llevan la pena, como se dice coloquialmente.

La prensa en general cumple la misión de fiscalizador de la obra pública, e informa y comenta sobre distintos aspectos de la realidad nacional e internacional, es su papel y está en pleno derecho de hacerlo, siempre y cuando se ciña a las más elementales normas impuestas por la ética, la nobleza y la conciencia profesional.

El Diario de Hoy, sin embargo, no es ecuánime ni imparcial, mucho menos veraz en sus informaciones y comentarios, falta a dos normas esenciales de la conciencia profesional, como son la moral y el derecho, es decir lo permitido y prohibido por las leyes, sobre todo a velar por el irrestricto cumplimiento a la legislación salvadoreña.

Uno de los ministerios mejor evaluados por la población, contratistas, técnicos, profesionales y diferentes estudios de casas encuestadoras, ha sido Obras Públicas, fundamentalmente por la realización de estratégicas obras viales y mitigación de riegos y por la transparencia en las licitaciones y manejo de fondos públicos.

El Diario de Hoy, sin embargo, no se preocupa en investigar a profundidad sobre calles primarias y secundarias construidas o reparadas, puentes nuevos o reconstruidos, intervención de más de 250 cárcavas para prevenir deslaves, hundimientos o simplemente para proteger y salvar vidas humanas. No le interesa en absoluto la eficiencia y honestidad de estos funcionarios.

Las modernas autopistas, calles y bulevares construidos en la zona metropolitana y en otros departamentos del país, no son importantes ni significan progreso y desarrollo para este medio de publicidad, lo trascendente para el sensacionalismo de sus páginas son “las promesas, el ajuste de los subsidios, los desembolsos y los proyectos pendientes”.

El Diario de Hoy fustiga el trabajo de esta institución del Estado (y lo seguirá haciendo en los próximos cinco años) basándose en valoraciones personales y tomando como fuentes a personas e instituciones privadas (Cámara de Comercio y FUSADES) claramente opositoras al gobierno y al FMLN.

El periodista elabora sus noticias con datos y hechos concretos, busca distintas fuentes para equilibrar sus informaciones; en el caso señalado no aparecen entrevistas con funcionarios de Obras Públicas, nada más se reproducen citas del presidente Funes, del Vice ministro de Transporte y del profesor Salvador Sánchez Cerén.

Es la forma particular de El Diario de Hoy para tratar de desvanecer aclaraciones o críticas a su atolondrada y mal intencionado forma de hacer periodismo, pues no sólo se trata de manipular o distorsionar los hechos, sino de proporcionar falsas noticias por omisión al prescindir de fuentes confiables o de hechos concretos.

En el país lamentablemente no existen códigos de honor y muy pocas veces se aplica la legislación vigente como el Derecho de Respuesta o el Código Procesal Penal para aplicar sanciones de agravación especial o los delitos relativos al honor y a la intimidad. La injuria y la calumnia están claramente tipificadas en la legislación primaria y secundaria.

En el caso de los desplegados y el sensacionalismo aludidos también El Diario de Hoy cae en la información tendenciosa de manera directa o más o menos con exactitud, por ejemplo el “caos vehicular generado en la carretera Panamericana, el bulevar del Ejército y la Sitramss, desde Soyapango hasta la zona del hospital Médico Quirúrgico…”

En ningún momento se habla de la modernización del transporte urbano de la zona metropolitana, mucho menos del progreso por generar en el rubro del tráfico, del comercio y en el funcionamiento rápido y eficiente a muy corto plazo de la masa humana y del parque vehicular, aspectos jamás abordados por los gobiernos de Arena.

El Diario de Hoy continuará presentando las noticias con espíritu prejuiciado, alterando la verdad, pues se rige bajo los lineamientos de una agenda partidaria de Arena, en última instancia, pues su origen habría que buscarlo en los grupos minoritarios e intereses económicos de esa clase retardataria anclada en el pasado.

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