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Las guerras se incuban: Rusia-Ucrania

 

Caralvá

Intimissimun

He tomado algunas ideas de Winston S. Churchill de su libro Memorias La Segunda Guerra mundial, Ediciones Orbis S.A. 1989, Barcelona; a propósito del conflicto bélico entre aquellas naciones, así como el malestar social que vivimos en nuestra nación el siglo pasado y que ahora retorna abriendo un sendero conocido por largos años de las generaciones salvadoreñas ¿se incuba en nuestra nación otra guerra civil?…  nuestra historia tiene la respuesta.

La Historia universal reclama su lugar ahora, los documentos de históricos deberían ser estudiados y divulgados en forma permanente,  puesto que en Europa renace el neofascismo, el antisemitismo; esos eventos no son obsoletos, antiguallas, artefactos desechables etc., son premisas que cobran vida entre los pueblos y sus gobernantes populistas-autoritarios, solo observen los discursos de la ultraderecha española en el parlamento e incluso autoridades con mentalidad colonial hacia América Latina.

En 1989 se disolvió la Unión Soviética creando una imagen de fragmentación irreversible, pero las antiguas repúblicas que la conformaron tenían una historia común de larga data como Ucrania, si la disolución política fue instantánea, los nexos entre Rusia y Ucrania continuaron por años, de tal forma que las diferencias de concepciones entre Estado, Soberanía, Alianzas, Economía, Idioma, se fueron conformando a diferentes velocidades, así surge el nacionalismo en Ucrania y severas diferencias por su Independencia, lo cual crea conflicto con Rusia… ahí se incubó un malestar entre pueblos hermanos, con signos violentos e intolerancia, en ocasiones como la época nazi, se cultivó al ruso-fobia como emblema nacional; así en febrero de 2022 el mundo despierta con una invasión sobre Ucrania…

En este escenario llegamos a un panorama peligroso en todo nivel, incluso los políticos hablan de no intervención de tropas o fronteras porque ello desataría la III Guerra Mundial, mientras tanto observamos el desmantelamiento del comercio internacional entre Occidente y Rusia, la intervención de fuerzas expedicionarias extranjeras como la guerra civil española de 1936-1939, esa acción tiene lecciones políticas que presagiaban la hecatombe de 1939-1945 con millones de muertos ¿pudo evitarse ese futuro? Churchill anotó que sí: “jamás ha habido una guerra más fácil de impedir que ésta después del conflicto anterior” pág 17; esa observación puede aplicarse en este momento a Rusia-Ucrania ¿es posible ahora en marzo 2022?

Debemos ser prudentes en estos casos, si durante siglos la victoria significó arrasar al enemigo y destruir todo, como proclamaban algunos fanáticos en 1919 arrasar toda Alemania en lugar de la paz, avanzando ciudad sobre ciudad, entonces no habría existido la II Guerra Mundial… ¿significa entonces que esa es la opción?  aquél fue un escenario histórico… pero ahora es el Siglo XXI, ya no hablamos como el siglo pasado “amigo-enemigo” ¿o es acaso la evocación del obsoleto discurso ideológico comunismo-anticomunismo? En general el comunismo soviético dejó de existir en 1989, así que no es el caso, ahora no se puede destruir una nación sin consecuencias mundiales.

Es necesario pronunciarnos por un diálogo entre las naciones, al final se trata de salvar vidas, el problema es el fanatismo que alienta una apuesta mayor de intervención y armas letales globales, debemos comprender la realidad, ya no vivimos en el siglo XX, de suceder ese evento nadie ganará, aunque vivamos en El Salvador no podremos salvar a nadie.

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Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024