AFP
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, comenzó el martes a jugar la carta política para intentar acallar las masivas protestas ciudadanas con un acuerdo social pero los principales partidos de oposición le dieron la espalda y en la calle las revueltas -que suman 15 muertos- mantenían su intensidad.
El partido Socialista (PS), el más grande de la oposición, el Frente Amplio (izquierda radical) y el Partido Comunista se abstuvieron de participar en la reunión convocada por Piñera para buscar un acuerdo social.
“Nosotros creemos que el diálogo es indispensable y urgente, pero debe ser un diálogo abierto y nosotros creemos que el llamado del presidente no cumple esas condiciones”, afirmó Manuel Monsalve, jefe de bancada del PS, que gobernó durante tres períodos tras el retorno a la democracia en Chile, en 1990. En cambio, la opositora Democracia Cristiana (DC) y el Partido por la Democracia asistieron a la reunión. A su término, sus respectivos líderes afirmaron que plantearon a Piñera el retiro del Congreso de una reforma tributaria y otra de pensiones, “insuficientes” para responder a las demandas sociales. También reclamaron levantar el estado de emergencia y el toque de queda.
Piñera “tiene la palabra”
“El presidente tiene la palabra, los cambios son profundos”, afirmó el presidente de la DC, Fuad Chahín.
“El presidente ha escuchado con mucha atención los distintos planteamientos” y próximamente se va a dirigir al país para proponer una agenda social, informó el ministro del Interior, Andrés Chadwick, al término de la reunión. El ejército anunció toque de queda por cuarto día en Santiago, en medio de protestas que dejan 15 fallecidos, cuatro por balas disparadas por las fuerzas de seguridad. El resto, murió en medio de incendios y saqueos, de acuerdo con la Fiscalía. La lista incluye un ciudadano peruano y otro ecuatoriano.
Las protestas, en tanto, se mantenía en intensidad en lugares como Plaza Italia, Plaza Ñuñoa o el parque Araucano, en el oriente de Santiago, hasta donde habían llegado miles de chilenos.
Con cánticos de “Oh, oh, oh, Chile despertó, Chile despertó” y al ritmo de cacerolazos los jóvenes pasaban al frente al palacio de La Moneda, en momentos en que Piñera se reunía con los líderes políticos.
Santiago y la mayoría de las 16 regiones de Chile se encuentran en estado de emergencia y 20.000 militares y policías contienen las violentas protestas.
No son 30 pesos, son 30 años
Las manifestaciones comenzaron por el alza del precio de la tarifa del metro en Santiago, pero derivaron en un mayor movimiento que pone sobre la mesa otras demandas sociales.
“Lo que ocurre no es porque hayan subido el metro por 30 pesos. Viene ocurriendo desde hace 30 años. Tenemos el tema de las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), de las colas en las clínicas, listas de espera en hospitales, el costo de los remedios, los bajos sueldos”, dijo a la AFP, Orlando, un hombre de 55 años.
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el sindicato más poderoso de Chile, y otras 18 organizaciones sociales convocaron huelgas y movilizaciones para el miércoles y jueves.