Iván Escobar
Colaborador
Las abuelas de Santo Domingo de Guzmán, departamento de Sonsonate, lamentaron que las autoridades del Ministerio de Cultura no apoyen la difusión y aprendizaje de la lengua ancestral del náhuat entre las nuevas generaciones, como suele verse en sendos documentos o declaraciones públicas en diversos actos. La realidad que viven los nahuahablantes es crítica, luchan contra la pobreza y la marginación día a día.
Recientemente, un grupo de nanzint que integraban el coro de náhuat en la Casa de la Cultura de esta localidad ubicada al occidente del territorio nacional, y que por ahora es uno de los pocos lugares donde sus pobladores aún hablan la lengua ancestral, pidieron al gobierno abrirr espacios, y devolver el que ellas habían ganado con mucho trabajo y dedicación, como era la casa de la cultura.
El náhuat, es una de las últimas lenguas que se hablan aún en pocas poblaciones del ahora territorio salvadoreño.
Alejandra García viuda de Cortez, María Ana García García, Ercilia Cruz López son parte de la Asociación Witzapan memoria histórica, y también nahuablantes de la localidad, promotoras de la lengua ancestral, y del coro local, confirmaron que desde agosto de este año cuando el Gobierno, a través del Ministerio de Cultura cerró el local de la Casa de la Cultura de Santo Domingo de Guzmán, se han visto afectadas al carecer de un espacio para la enseñanza a las nuevas generaciones de la lengua ancestral.
Las mujeres indígenas consideran contradictoria la acción de las autoridades de Cultura, cuando se habla de apoyo a las comunidades indígenas, de rescate del idioma náhuat, entre otros compromisos que a la fecha reiteran que no se cumplen.
“La Casa de la Cultura fue un lugar de encuentro para las nanzint, para la comunidad, ahí no había restricciones y contaron siempre con el apoyo de los encargados de la misma, hoy está cerrada la casa…”, comentó Cruz López, quien añadió junto a sus compañeras que de la noche a la mañana, y sin mayor aviso, el local se cerró, “y se llevaron todo, no sabemos qué pasó ni porque nos dejaron sin un lugar para la enseñanza del náhuat”, opinó García García.
Una de las grandes preocupaciones de las mujeres indígenas, y en particular de la comunidad indígena de Santo Domingo de Guzmán, es que la avanzada edad de los nahuahablantes, las carencias y extrema pobreza en que residen, la falta de atención en salud y políticas sociales de apoyo, pone en riesgo al país de perder a los último nahuahablantes. “Solo en este año, ya son varias abuelas y abuelos que han fallecido en condiciones de pobreza y abandono”, precisó Cruz López.
Nanzint Alejandra enfatizó que en su caso se ha tenido que quedar en su casa, pues apoya ciertos proyectos como el “nido Cultural”, en Santa Catarina Masahuat, siempre en Sonsonate, “…yo donde me invitan voy, porque apoyamos la enseñanza”, comentó, al tiempo que dijeron que otras abuelas y abuelos, ya no pueden salir de sus casas, lo más cercano era el casco del pueblo, “por eso era importante la Casa de la Cultura”, indicaron.
“Este era un lugar de convivencia para las Nanzint”, dijo Cruz López, y “nos quitaron el espacio porque no generaba ganancia en nada, eso sí nos dijeron”, aseveró María García.
Se dice que son alrededor de 10 mujeres indígenas que se dedicaban a la labor del coro, así como otro grupo que enseñan náhuat con otras personas de apoyo, entre otros esfuerzos.
“La Casa de la cultura era un medio por el cual daba oportunidad a las adultas mayores a convivir, era un espacio donde se reunían y compartían con niños y jóvenes, así como con los turistas y todo aquel interesado en aprender nuestro idioma materno…queremos que no se pierda nuestra identidad”, concluyó Cruz López.
A mediados de este año, el Ministerio de Cultura ordenó el cierre definitivo de todas las Casas de la Cultura a escala nacional, afectando a jóvenes, niños, adultos mayores, así como artistas locales de diversas disciplinas que ocupaban estos espacios para el aprendizaje, crecimiento y formación. Además cientos de trabajadores estatales de las mismas fueron cesados, sin que hasta la fecha se conozcan de espacios de difusión cultural.
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