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Texto y Foto
Efraín Delgado
Varas de bambú en forma de cruz repletas de fruta son paseadas en procesión en las calles de San Juan Nonualco, clinic un pueblo del departamento de la Paz. A esta tradición se le conoce como el Paseo de las Palancas. Las Palancas son paseadas por las principales calles del pueblo y luego son colgadas en la Ermita de cada barrio del pueblo en donde luego se realizan rezos durante la noche.
La tradición se remonta hasta antes de la venida de los españoles, pues los nativos hacían ofrendas a los dioses de la lluvia y la fertilidad para que la cosecha fuese fructífera y abundante.
Además las palancas son acompañadas de la danza del Tigre y el Venado, en donde los personajes danzan al son del tambor y luego de dar cacería al tigre este se reparte de forma jocosa entre los asistentes. La repartición es así: “Lo de adelante para mi comandante” “Lo de atrás para el juez de paz” “los ojos para los patojos” y así sucesivamente sigue la repartición.
Estas tradiciones son producto del choque cultural entre las creencias de los indígenas nonualcos y los españoles que llegaron a imponerse hace más de 500 años. Las fiestas titulares de este pueblo son dedicadas al Señor de la Caridad, crucifijo heredado de una familia española a los pobladores de San Juan Nonualco y al cual se le tiene mucha devoción pues según los fieles creyentes es muy milagroso y como prueba de ello en el templo del Señor de la Caridad se observan decenas de cuadros en gratitud a favores recibidos.
