Luis Ponce
@DiarioCoLatino
Desde tempranas horas de la mañana, los cohetes de vara anuncian que hay fiesta. Todos los años, cada 5 de enero, en el marco de la fiesta de la epifanía del señor o fiesta de los Reyes Magos, las cofradías de Panchimalco, un municipio al sur de San Salvador, se reúnen en la casa del mayordomo, para celebrar “Las palancas”.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos llegaron hasta la casa del mayordomo, Salvador Ortíz, para compartir la alegría de la fiesta. Es costumbre entre los amigos y allegados a la familia que éstos lleven diferentes ofrendas a la imagen de Jesús que resguarda la cofradía, entre estas flores, velas y frutas.
Jícamas, guineos, zapotes, plátanos, guayabas, guanabas y muchas otras frutas más son amarradas en varas de bambú y colocadas frente al altar. La tradición de los abuelos, según comentan los cofrades, consiste en ofrecerlos como una ofrenda y petición para que el año que recién se inicia sea bueno en las cosechas.
Sin embargo, no todo ha sido igual este año. Debido a la pandemia, la cantidad de personas que llegan a la casa del mayordomo han sido menos, la iglesia del municipio no presta las imágenes y las dificultades económicas han hecho que otras cofradías no se celebren.
La familia Ortíz en cambio sí logró celebrar, de manera más sobria, la cofradía.
Con un almuerzo tradicional, repartición de café con pan, pólvora y tamales, han cumplido con su deber como mayordomos de la imagen de Jesús. Fue evidente además el uso de la mascarilla por parte de los asistentes, así como el distanciamiento durante las actividades realizadas en casa. Don Salvador señaló que la fiesta se ha realizado como se pudo y de las forma que se les permitió.
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