Vladimir López*
No hay duda que los salvadoreños ya no soportamos los embates de la delincuencia, nurse que en su mayoría es causada por pandillas. Vivimos con una esquizofrenia, donde todo mundo sabe que sale de su casa pero no sabe si regresará.
Este sentimiento tiene abatida a la sociedad en su conjunto y esto, porque las víctimas ya no solo pertenecen a las clases más desprotegidas del país sino también a los sectores de derecha, que nunca pensaron que también serían víctimas de este flagelo.
Ahora veo como se le está dando tanta publicidad a la recién presentación del señor Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, y pareciera que nuestros hermanos salvadoreños que representan las gremiales empresariales tienen gran confianza en que, con las ideas o prácticas aplicadas en su momento en Nueva York, por el señor Giuliani, el problema de la delincuencia será erradicado de nuestro país.
“Cualquier esfuerzo que se haga con tal de frenar la violencia es bueno” y si viniera otro fulano con otra idea, quizá también diría lo mismo. Pero lo que el invitado quizás no sabía es que ya existe un Plan El Salvador Seguro, y que la policía está haciendo su trabajo. Es una de las policías más activas en la región centroamericana y no ha dejado de perseguir a los grupos delincuenciales, casi todos los días hay redadas de delincuentes, las bartolinas y cárceles están repletas en su máxima capacidad y ya no hay espacio para privarles de libertad.
¿Entonces qué es lo que está pasando? Porque hay tantas redadas de malos ciudadanos y a los meses o días incluso ya están libres? ¿Por qué algunos salen con tanta facilidad sin ser condenados? ¿Por qué en algunos casos la fiscalía General de república no actúa de oficio?
En El Salvador se deberían analizar nuestras leyes, o vigilar que se apliquen como debe de ser. Señores empresarios, mientras no se depure el sistema judicial de este país no se verán resultados, mientras no se vigile, no se audite a los jueces y fiscales el problema seguirá. Aquí hay que hacer una profunda revisión de nuestras leyes y no dejar espacios, o vacíos, para que los delincuentes los usen y se les haga
fácil salir libres. Hay que capacitar a los fiscales para que puedan robustecer los casos y procedan las condenas contra estos sujetos.
Yo creo que lo que hizo en Nueva York, el Sr. Giuliani, fue porque en Estados unidos no se juega con las leyes, por eso tuvo éxito. Pero aquí nuestras leyes son burladas, un ejemplo es el hecho de que, con medidas sustitutivas ahora se favorece a un ex presidente que confesó haberse apropiado de más de 10 millones de dólares donados al pueblo salvadoreño.
*Licenciado en Mercadeo