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Gloria Orellana
@DiarioCoLatino
“El cultivo de la caña de azúcar necesita mucha irrigación, entonces, destinan muchos recursos y la ganancia es para un pequeño sector, no es una ganancia social. Es totalmente privada y contraproducente por la contaminación, por el uso excesivo de pesticidas”, explicó, Walter Gómez, del programa de Soberanía Alimentaria del CESTA, durante la Presentación del estudio sobre la producción de alimentos agroecológico en el corredor seco, Santa Clara, San Vicente.
Los fenómenos climatológicos, derivados del Cambio Climático, ya no son una imagen borrosa a lo lejos en el territorio nacional, consideró Gómez, al señalar que las alternativas de producción de alimentos nutritivos, será la respuesta viable ante el futuro inmediato.
Gómez agregó que “tenemos un gran problema por el cambio de uso de suelo y destinar extensas áreas de tierras a la producción de caña de azúcar. Cuando se debe producir alimentos”.
“La agroecología es una alternativa viable y sostenible que puede garantizar alimentos y sanos para las familias del Corredor Seco. En donde se encuentran 25 municipios del país”, agregó Gómez.
El Corredor Seco, según datos de la FAO, es una franja marcada por las “inclemencias climatológicas” que inicia al Sur de Chiapas, México, pasa por Centroamérica para finalizar en Panamá. Que se constituye en uno de los temas centrales de la agenda de esta agencia de la ONU, ante la vulnerabilidad que viven sus habitantes y la urgencia de construir resiliencia frente al Cambio Climático que eleva las condiciones de pobreza y mal nutrición.
Walter Gómez proviene del municipio de Santa Clara, al Norte de San Vicente, con una extensión de 124, 5 kilómetros cuadrados, y se compone de 6 cantones y 32 caseríos, en donde habitan más de 5 mil personas, un territorio con vocación agrícola. Este lugar forma parte de los 25 municipio de El Salvador que están ubicados en la zona del “Corredor Seco” en el país.
En el Corredor Seco las condiciones de vulnerabilidad de los asentamientos humanos radica en la baja disponibilidad de agua. Las inundaciones por lluvias erráticas que erosionan los suelos, así como los incendios forestales provocadas por altas temperaturas o malas prácticas agrícolas.
En ese contexto, el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA), en el marco del proyecto “Agroecología Dietas Mejoradas y Mercadotecnia Local de Santa Clara, San Vicente”, y del programa “de Alimentación Sana, Diversa y Soberana, presentaron el estudio “Prácticas Agroecológicas con mayor Resiliencia al Cambio Climático”, desarrollado en zonas del Corredor Seco de Santa Clara, San Vicente, entre el 2020 al 2021, dejando evidencia la “adaptabilidad y producción de productos agroecológicos”, por las familias participantes.
Ricardo Navarro, presidente del CESTA, habló de las alternativas agroecológicas, que permitió a la población participante, pautar con prácticas e información sobre como desarrollar cultivos en sus parcelas.
“Esto cobra importancia ante una realidad del Cambio Climático. Este año hemos tenido bastante agua, pero vienen años de sequía fuertes, que se han venido dando desde años atrás, y mucho más en el espacio de un Corredor Seco, en donde no llueve mucho”.
“A veces, las personas ven la lluvia como signo de esperanza, pero también las tormentas en cantidades altas también erosionan los suelos -debemos entenderlo- y eso nos aumenta la vulnerabilidad del territorio, por esto, es sumamente importante desarrollar alternativas para producir alimentos, es lo fundamental”, expresó Navarro.
Con estas prácticas se garantizó que las familias de Santa Clara no solo tuviera una producción de verduras o frutas, sino, también que fueran nutritivas al no tener rastros de pesticidas químicos. Y ampliaron sus conocimientos en la diversificación de los cultivos en las parcelas, en donde se incorporaron especies arbóreas que surgieron como medida de resilencia ante la crisis sanitaria por el COVID-19.
“Debo aclarar que nosotros presentamos con la legislatura anterior, un anteproyecto de Agroecología, porque estamos claros, que no solo se trata de producir, sino de producir sin utilizar venenos químicos y trabajar en pequeña escala para que la gente de las comunidades tenga una alternativa para vivir”, agregó.
“Estamos hablando de una producción diversa de verduras y plantas nutritivas. Eso lo propusimos pero ¿Qué pasó?, esta nueva legislatura lo mandó al archivo. Hay que retomar ese tema sin tomar como enemigos o adversario a otros sectores de la población. El único enemigo a vencer es el Cambio Climático”, sostuvo Navarro.
Navarro manifestó que actualmente el 75% de verduras y frutas que consumen los salvadoreños y salvadoreñas, son importadas de los países vecinos. Por lo que consideró un peligro inminente quedar desabastecidos, si surgiera un una “discrepancia política” y se genera un cierre de fronteras, podría significar “ponernos de rodillas” por falta de alimentos, opinó el presidente del CESTA.
“Lo importante que mostró este estudio que realizamos con las familias de Santa Clara es que existen alternativas, así como en otras partes, y cito, hay lugares en donde quedan grandes pantanos (después de las lluvias), pero quedan lugares para cultivar en medio de esos pantanos, o sea, la gente es creativa y se rebusca, no estamos muertos, podemos rehabilitar nuestro territorio”, dijo Navarro.
“No obstante, esta lucha debe ser integral para lograrlo, pero vemos con preocupación que el presupuesto para 2022, del MARN, baja considerablemente, así como a la Universidad de El Salvador, que son temas sociales, y en contraposición aumentaron financiamiento a la propaganda oficial y para el ejército, eso es incoherente”, puntualizó Navarro.
