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Las duras palabras de líder indígena brasileña Alessandra Korap Munduruku en defensa de sus territorios y del ambiente quedaron registradas en un video que circula en las redes y que fue grabado en abril de este año.
Alessandra lidera al pueblo Munduruku, ubicado en la Aldea Playa del Indio (Aldeia Praia do Índio)’, en el municipio de Itaituba (estado de Pará, norte del país). Sus denuncias cobran actualidad en medio de los incendios forestales que se han extendido en parte de la Amazonia brasileña y boliviana.
Luego de la 15° edición del ‘Campamento indígena Tierra Libre’ (ATL), celebrado en abril, los líderes fueron recibidos en el Congreso de Brasil, donde la también coordinadora de la Asociación Indígena Pariri, que lucha por los derechos de doce aldeas cercanas al río Tapajós, sostuvo una reunión con un grupo de parlamentarios.
– «No somos animales» –
Durante su participación, la líder Munduruku denunció la situación de discriminación que viven los pueblos originarios en su país.
«Nos dicen: ‘El indio es incapaz, el indio es animal’. No somos animales. Animal es quien vive aquí y nos está quitando los derechos garantizados», afirmó.
Alessandra, que encabezó la resistencia de su pueblo a la construcción de la Usina Hidroeléctrica de Sao Luiz do Tapajós, suspendida en la actualidad, dijo antes los diputados que sus territorios les eran arrebatados «para entregarlos a los lobos». «Les digo a quienes están aquí: No vamos a entregar nuestras tierras, vamos a luchar».
«La minería ilegal está invadiendo nuestras tierras, los taladores están invadiendo nuestras tierras, nuestros líderes se están enfermando y ahora no pueden sembrar».
Solo en la Amazonia Brasileña había 453 minas ilegales a finales de 2018, según el Instituto Brasilero del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales (IBAMA).
– Resistencia indígena –
En su fuerte discurso, Alessandra también se refirió a la penetración de grupos religiosos a las comunidades: «Los evangélicos están en nuestras tierra para dividir a nuestro pueblo, borrando nuestra cultura y ahora quieren quitarnos nuestra alma».
Finalmente, le enfiló su mensaje al presidente brasileño, Jair Bolsonaro: «Respeten nuestra vida, respeten nuestro territorio, respeten a nuestros antepasados». «Resistimos desde hace 519 años y aunque nos corten nuestra raíz, ella estará acá enterrada».
Las organizaciones no gubernamentales han denunciado que el ejecutivo privilegia las actividades agropecuarias, lo que conlleva deforestación y acciones contra el medio ambiente y los derechos de los pueblos ancestrales.