Josefina Pineda de Márquez,
profesora normalista y escritora
A esas terminaciones se les llama sufijos y sirven para formar los diminutivos. Abundan y sobre todo en el habla coloquial oral y escrita tales palabras: Hombrecito, jardincito, manecita, manecilla.
Sufijos que forman diminutivos: ico, ito. cito, cillo, cito, cita.
Los derivados de muchas palabras deben conservar las letras de su primitivo. De Luis, Luisito. De Andrés, Andresito. De masa: masita, de rosa: rosita (Rosita si es nombre propio).
Con los primitivos terminados en Z no debe haber problema pues: siempre la Z se hace C al estar antes de E y de I.
–Corté una hoja de mi violeta y la sembré y ¡ya echó raicitas!…
–Su rostro es tan gracioso por esa naricita respingada.
–El maicillo era en mi niñez un sustituto del maíz cuando éste último escaseaba.
Nuestra ortografía revela el grado de escolaridad que poseemos (creo que a nadie le agrada mostrarse inculto). Hay conocimientos que vamos obteniendo en la vida con la lectura de buenos escritores o en las conversaciones coloquiales o académicas. La Cultura es parte de nuestro HABER como seres inteligentes, que lo somos y por favor ¡no lo dudemos!
Nuestros campesinos y nuestros abuelitos nos muestran un español simpático porque ellos hicieron del idioma obligado uno muy propio, pero no tenemos por qué relajar una lengua regalada que ni modo ¡es bellísima!
–Los argentinos dicen: nosotros no hablamos español, tenemos el argentino.
–Elsa, el personaje de una película española dice a Alfredo.
–Vos sos un inútil, Alfredo.
–No se dice vos sos se dice: Tú eres.
–Yo soy argentina, no española.
Sí, tenemos nuestro orgullo los pueblos colonizados. Pero somos mestizos en buena medida y creo que es bueno rescatar nuestras lenguas indígenas, pero no debemos relajar el español.
Ya no oigo decir «haiga» en vez de haya. Qué bien.
Decir cipotes a nuestros niños es para mí muy bonito. Y en las entrevistas televisadas todavía se dice: –»¿Y tú qué decís de eso?– Yo creo que a vos te vienen a decir mentiras los contrarios, etc.
En la poesía de nuestros poetas jóvenes ya no se diga, ¡cómo hablan! ¿Y en las tales redes?…
Cito algo de lo que leo en las redes.
–Vos sabés dónde quieren un gato.
–Hacemos la cacha.
–Bellísimas!!! ……by.
«Aprender jugando» Postulado pedagógico de María Montessori
Hasta pronto.
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