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Las cuarentenas en diferentes partes del mundo debido a la epidemia de Covid-19 han dado pie al mayor recorte de vibraciones sísmicas vinculadas a humanos, nunca antes registrada. El hecho ha permitido a los especialistas escuchar con mayor claridad las señales naturales de la Tierra y detectar sismos, de acuerdo con un estudio dado a conocer el jueves.
Estas ondas viajan como olas y crean ruido sísmico de terremotos, volcanes, viento y ríos.
En informe publicado en Science usó redes sismométricas internacionales para descubrir que las vibraciones de la tierra vinculadas con los seres humanos disminuyeron en promedio 50% entre marzo y mayo de este año.
“El período silencioso de ruido sísmico 2020 es la reducción global más larga y prominente jamás reportada”, resaltó el texto. El estudio corrió a cargo del Observatorio Real de Bélgica y otras 5 instituciones con datos de 268 estaciones de control en 117 países.
La ola de calma se inició en China a fines de enero y siguió por Europa y el resto del mundo de marzo a abril debido a los confinamientos para frenar el virus.
El turismo prácticamente paró y millones de escuelas y fábricas cerraron, obligando a la gente a quedarse en casa.
“Otorgó una nueva ventana sobre las señales sísmicas naturales, y podría permitirnos ver con más claridad que nunca lo que diferencia el ruido humano y natural”, indicó Stephen Hicks, sismólogo del Imperial College de Londres, quien codirigió el trabajo.
Los mayores retrocesos se registraron en zonas densamente pobladas como Singapur y Nueva York, pero también en áreas remotas como la Selva Negra de Alemania y Rundu en Namibia.