Managua/AFP
Expertos de América Latina se reúnen desde el miércoles en Managua para buscar alternativas con las que mejorar la eficiencia energética en la región, here que sufre los altos costos económicos y ambientales de su generación.
El consumo de energía en América Latina se ha reducido solo un 0,2% anual desde 1990 debido a la falta de planes de largo plazo y a la baja incorporación de tecnologías eficientes que permitan desplazar el parque actual de electrodomésticos, vehículos y equipos, aseguraron estos expertos, que participan en el VI Seminario sobre eficiencia energética de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
La actividad, que cuenta con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), reúne durante dos días a representantes gubernamentales y expertos de 26 países del hemisferio, que debaten alternativas para reducir en un 1,5% el consumo anual de energía en la región.
Actualmente, más del 70% de la generación eléctrica aún depende del petroleo, cuyo precio aumentó de 39 a 188 dólares el barril en la última década, afirmó el ministro de Energía y Minas de Nicaragua, Emilio Rapachiolli, en el marco de la cita.
Frente a este problema, los participantes analizan alternativas como la implementación de plantas fotovoltaicas, la producción de biogás y el cambio de equipos que gastan mucha electricidad.
El ahorro energético «ayuda a aliviar el gasto público, contribuye a destinar recursos para ampliar la cobertura de energía, mejorar la calidad» y precios del servicio y reducir las emisiones de dióxido de carbono, subrayó el ministro.
Asimismo, se analizan las posibilidades de financiamiento internacional para el desarrollo de proyectos alternativos.
En ese camino, algunos países de la región como México, Brasil y Ecuador han hecho avances significativos y su experiencia es valiosa para los demás países, declaró a la AFP el coordinador de energía sostenible de OLADE, Mentor Poveda.
El experto destacó el caso de Ecuador, que ha logrado bajar en 10% el consumo de electricidad con la sustitución de casi todo su sistema de iluminación incandescente.
Nicaragua, por su parte, promueve el desarrollo de parques fotovoltaicos, la sustitución de plantas magnéticas por electrónicas en las oficinas públicas y proyectos demostrativos de sistemas térmicos en diferentes instituciones, destacó el vicepresidente Omar Halleslevens.