Datos de estos organismos refieren que las consecuencias del brote viral serán graves para un continente que entró en crisis con problemas estructurales, bajo crecimiento, alta desigualdad y limitado espacio fiscal.
La propia Cepal proyecta un aumento significativo de la tasa de desempleo, hasta el 10,7 por ciento en 2020, así como una profunda caída de la participación laboral y un incremento considerable de la pobreza y la desigualdad.
En este escenario, la deuda de algunos países de la región aumentó de forma abrupta, lo que podría suponer la entrada en una crisis de deuda soberana en 2021.
‘Sí, hay riesgo de deuda soberana para algunos países’, advirtió el jefe para América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, Sebastián Nieto, al considerar que algunos están fuertemente endeudados tras la pandemia.
Al respecto, señaló que las naciones caribeñas están golpeadas por el riesgo climático y ahora por la pandemia en actividades fundamentales como el turismo, además de entrar a la crisis con una deuda pública cercana al 100 por ciento del PIB, por lo que les será muy difícil mantener la solvencia.
En este contexto, alertó que algunas naciones pueden caer en crisis de deuda soberana en 2021 al salir de la social y económica, algo que se debe evitar con un diálogo inclusivo en el que interactúen los acreedores públicos y privados, además de la banca multilateral.
Ello en busca de opciones como moratorias, alivio de la deuda o vehículos especiales para financiar el venidero trance.