Por Ramon Sahmkov
Washington/AFP
Las economías de América Latina y el Caribe seguirán a ritmo moderado en 2014 antes de una «modesta aceleración» en 2015, medical estimó este martes el Fondo Monetario Internacional, que advierte de estrechas condiciones externas para la región.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe, una región de 33 países y 580 millones de personas, deberá aumentar 2,5% en 2014, con una «modesta aceleración» a 3,0% en 2015, señaló el FMI en su reporte.
Pero esas previsiones están ajustadas en -0,4 puntos porcentuales para este año y -0,3 para 2015 con relación a las estimaciones divulgadas en enero.
La actividad económica en América Latina y el Caribe, que ya atravesó el 2013 con un crecimiento moderado de 2,7%, «se espera que permanezca en una relativa baja marcha en 2014», señaló en su informe el FMI, que esta semana abrirá sus reuniones de primavera (boreal) en Washington.
El panorama no será igual para todos.
Brasil, la principal economía latinoamericana, tendrá un crecimiento reducido de 1,8% (-0,5 puntos menos de lo estimado en enero), con una recuperación a 2,7% en 2015.
La actividad económica en el gigante sureño seguirá moderada, con inversión privada débil, en parte por la caída de la competitividad y de la confianza, según el Fondo.
En cambio, se espera que México crezca 3% (sin cambios respecto a enero), después de un débil crecimiento de 1,1% en 2013, y avance a 3,5% en 2015, cabalgando sobre la recuperación de Estados Unidos.
Más allá, las reformas económicas del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, especialmente en energía y telecomunicaciones, pueden impulsar incluso un mayor crecimiento en el mediano plazo, indicó el FMI.
Colombia, que hace semanas se situó por delante de Argentina como la tercera economía de la región, crecerá 4,5% en 2014 así como en 2015.
Pero el Fondo se refiere poco al país suramericano en su informe y solo destaca que, junto a Perú, debería «continuar expandiéndose a tasas muy rápidas».
Incertidumbre y deterioro
En el caso de Argentina y Venezuela, el FMI prevé un escenario negro, de mayor deterioro y «alta incertidumbre».
Argentina apenas estará por encima del estancamiento con un crecimiento de 0,5% este año, y 1% en 2015. Mientras que Venezuela, principal productor suramericano de crudo, tendrá una contracción de 0,5% este año, y caerá aun más en 2015, -1%.
Las perspectivas en el mediano plazo en Argentina y Venezuela «se han deteriorado más», estimó en su informe el Fondo, que destaca los problemas de financiamiento externo y controles para crear confianza y despegar la producción en esos países.
Por eso el FMI, que no puede hacer auditorías en Venezuela o Argentina, espera que la economía en esos países «se frene de forma marcada», aunque advierte que el panorama está sujeto a una «alta incertidumbre».
Fuertemente estatizadas, con un relajado control fiscal que contrasta con el férreo control de cambio y de precios, ahora enfrentan un huracán monetario e inflacionario, que en el caso venezolano se suma a una ola de protestas contra el gobierno.
Venezuela, que cerró 2013 con una inflación de 56,3%, cifra sin precedentes en los 15 años del gobierno chavista y el mayor índice en América Latina, podría terminar este año en 50,7% de incremento del IPC, según el FMI.
En cambio, Colombia, la alumna aventajada de las organizaciones internacionales, registrará una inflación de 1,9% en 2014, la más baja de la región
Turismo salva el Caribe
Además de México, la recuperación de la primera economía mundial también impulsaría las exportaciones de Centroamérica y el Caribe, pero no más al sur, advierte el organismo.
En cambio, esboza posibles escenarios negativos como un repliegue antes de lo previsto de capitales financieros hacia mejores tasas de interés en Estados Unidos o una caída de los precios de las materias primas debido a un enfriamiento mayor de la inversión en los países emergentes, especialmente China.
Todos ellos son insumos de una tormenta perfecta para la cual los países de la región se deben preparar, señaló el FMI.
Por su parte, el Caribe enfrentará un panorama riesgoso marcado por un «bajo crecimiento» (3,3%), alto endeudamiento y fragilidad financiera, aunque se espera un repunte del turismo, principal actividad de los países insulares.