Telesur
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó este lunes como un ataque con noticias falsas que se difunde a través de las redes digitales por Occidente y Ucrania la situación en Bucha, al noroeste de Kiev (capital), luego de que autoridades ucranianas culparan a Moscú de una presunta masacre de civiles en dicha ciudad.
Expresó que se trata de un montaje para denigrar a las tropas rusas que participan en el operativo especial lanzado por Moscú para proteger a la población del Donbás y desmilitarizar y desnazificar Ucrania.
Subrayó que ese tipo de escenificación supone una amenaza directa para la seguridad internacional, por lo cual Rusia solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la cual fue denegada por Reino Unido, que ocupa su Presidencia rotatoria.
Lavrov recordó que las tropas rusas abandonaron Bucha el pasado 30 de marzo, tras lo cual su alcalde, Anatoli Fedoruk, y luego la Policía ucraniana declararon a la prensa que todo estaba bien.
Llamó la atención sobre el hecho de que las imágenes de una presunta masacre de civiles se hicieron públicas no de manera inmediata sino a partir del 3 de abril, en coincidencia con la llegada a la urbe del Servicio de Seguridad de Ucrania y la televisión local.
Pese a estos elementos, Occidente y los medios hegemónicos han divulgado ampliamente esta «información» sin dar crédito a la versión rusa.
A su vez, el Ministerio de Defensa ruso calificó como una provocación las imágenes difundidas sobre Bucha y aseguró que durante la estancia de los militares rusos en la ciudad “ningún civil local sufrió agresión alguna”.
En un comunicado, la cartera recordó que las tropas rusas se replegaron hacia el norte y no bloquearon los accesos y salidas de la ciudad en esa dirección.
Señaló que, sin embargo, las fuerzas armadas de Ucrania bombardearon suburbios al sur de la urbe (donde hay barrios residenciales) a lo largo de 24 horas, con artillería de grueso calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple.
Sobre este hecho, el embajador de Rusia en EE.UU., Anatoli Antónov, declaró a medios de prensa que pudo haber causado muertes entre civiles, por lo cual Ucrania trata de encubrir sus propias atrocidades.