@arpassv
La resolución del Juzgado Séptimo de Instrucción –que mandó a juicio al ex presidente Francisco Flores por peculado, ed enriquecimiento ilícito, stuff desobediencia y lavado de dinero- plantea al país varias lecciones importantes a tener en cuenta en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
La primera lección es que existen suficientes argumentos sobre el cometimiento de delitos de corrupción por el ex presidente Flores y otros ex funcionarios, dirigentes políticos y empresarios que serán investigados con la incorporación del lavado de dinero.
Por tanto, el fallo del Juez Miguel Ángel García Arguello confirma que los señalamientos de las organizaciones sociales y su equipo querellante no eran una “campaña política” como decían personeros de la derecha oligárquica ni una “novela perversa” como afirmó irresponsablemente el ex fiscal general Luis Martínez.
La segunda lección es que el Sistema Judicial todavía puede funcionar depurando a los jueces corruptos y respaldando la actuación de juzgadores probos, valientes y consecuentes como García Arguello.
Los promotores de una comisión internacional contra la impunidad deberían asumir que la alternativa es fortalecer la institucionalidad del país mediante la depuración del Sistema Judicial, elección de un Fiscal General idóneo, mejoramiento de la coordinación interinstitucional y reformas legales pertinentes.
Y la tercer lección es obviamente –y como dijimos en el editorial de ayer- la urgencia de elegir a un Fiscal General decente. La impunidad de graves delitos de corrupción exige que la Asamblea Legislativa designe a un funcionario idóneo.
El ex fiscal Luis Martínez no fue un garante de los intereses del Estado y de la sociedad, si no un defensor de los acusados de corrupción (ex presidente Flores, involucrados en CEL-Enel, ex ministro Maza, etc.). Es necesario que la Asamblea nombre un Fiscal honesto, capaz e independiente.
La resolución del Juez García Arguello también es una oportuna advertencia de no impunidad para otros ex funcionarios que cometieron delitos de corrupción y funcionarios actuales que busquen robar o malversar fondos públicos.
El país no es igual después de la resolución en el “Caso Flores”, quienes crean lo contrario serán condenados por la historia: diputados que reelijan a fiscales negligentes o magistrados que no depuren a los jueces corruptos. La Asamblea y la Corte Suprema de Justicia deben acatar cada una su lección.