La iniciativa se trata de uno de los recientes esfuerzos bipartidistas para purgar el dinero sucio en nuestros sistemas, negar a los funcionarios extranjeros corruptos un refugio seguro y apoyar a las víctimas de la cleptocracia, dijo el representante republicano John Curtis.
El anuncio ocurrió poco después de que saliera a la luz la investigación dirigida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), que reveló el creciente mundo paralelo de transacciones y activos ocultos.
El medio oficial The Hill señaló que, gracias al escándalo mundial se obtuvieron documentos probatorios de cómo en Estados Unidos también existen paraísos fiscales.
En Dakota del Sur esconden sus fortunas ciudadanos de Brasil, Guatemala, Colombia y República Dominicana atraídos por el eslogan de ‘guarde su dinero en un paraíso fiscal secreto’ dentro de las fronteras estadounidenses.
El escándalo, que se nutre de millones de papeles filtrados, involucra desde el rey de Jordania hasta líderes latinoamericanos como Luis Abinader (República Dominicana), Sebastián Piñera (Chile) y el expresidente Mauricio Macri (Argentina).
De ser aprobada, la ley Enablers imposibilitará a abogados, asesores de inversión, marchantes de arte, agentes inmobiliarios, contables, empresas de relaciones públicas y otros a aceptar pagos con dinero de origen sospechoso.
A través de la ‘diligencia debida’, deberán investigar si el dinero de los clientes es, entre otras cosas, producto de un delito.
Enablers tiene como principal objetivo que los posibles blanqueadores de dinero y otros delincuentes se enfrenten a más zancadillas en el proceso.