Washington/PL
Cuatro legisladores republicanos resaltaron el en esta capital la importancia de más comercio agrícola entre Cuba y Estados Unidos y la necesidad de revertir la fallida política de Washington hacia la isla.
El senador John Boozman (Arkansas) y los representantes Rick Crawford (Arkansas), Tom Emmer (Minnesota) y Roger Marshall (Kansas) participaron en un panel sobre comercio con la mayor de las Antillas, titulado Fomentar las capacidades agrícolas y económicas bilaterales.
Los miembros del Congreso resaltaron que el libre intercambio agrícola entre las naciones vecinas constituye un beneficio recíproco, y por ello remarcaron la necesidad de eliminar las restricciones que lo impiden.
‘Es tiempo de poner la política a un lado y hacer lo correcto’, expresó Marshall durante el evento celebrado en la firma McDermott Will & Emery.
En referencia al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington al país caribeño hace más de 55 años, el representante estimó que cuando se levante ese cerco y haya relaciones normales, constituirá una ganancia para las dos partes.
A su vez, Boozman recordó que los agricultores norteamericanos están en una situación difícil, cuando todos los precios de sus mercancías son bajos, y en Cuba existe un mercado que se puede proveer de productos estadounidenses, dada su alta importación de alimentos.
El senador consideró que es preciso hacer algo diferente acerca de la relación con el territorio antillano, con lo cual coincidió Emmer, quien sostuvo que es descabellado realizar lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.
De acuerdo con el congresista por Minnesota, con el tema del bloqueo el Gobierno estadounidense ha estado del lado equivocado de la historia.
Pensé que la idea era ayudar al pueblo cubano, expresó el legislador, quien añadió que eso no es lo que hace en realidad esa política fallida, sino dañar a las personas.
Apuntó que existe un alto apoyo bipartidista a la existencia de mejores vínculos y de un cambio de política, ‘pero, desafortunadamente, un grupo muy pequeño dentro del Congreso aún tiene el peso principal’.
Emmer consideró que en la actualidad hay un gran impulso a favor de un nexo más estrecho con el país caribeño, pero lamentó que la administración de Donald Trump escucha a un número pequeño de voces en lugar de a una mayor cantidad de miembros del Congreso.
Por su parte, Crawford se refirió a lo inadecuado del requisito que obliga a Cuba a pagar por adelantado y en efectivo por productos agrícolas estadounidenses.
En ese sentido remarcó la necesidad de permitir el financiamiento privado para el otorgamiento de créditos, como recoge su proyecto Ley de Exportaciones Agrícolas a Cuba, que cuenta actualmente con 64 copatrocinadores.
A su vez, el embajador cubano en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, resaltó la significación de conversar con personas que realmente conozcan la isla, que no hablen de ella desde la distancia, pues los legisladores la han visitado en varias ocasiones.
El diplomático afirmó que han trabajado mucho para fortalecer la relaciones agrícolas entre los dos países, y apuntó que los agricultores no hablan inglés o español, sino el lenguaje común de cómo producir o comerciar.