Londres/Leicester/dpa
El Leicester buscará mañana un nuevo milagro futbolístico, como sería avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones, en el partido que le medirá al Atlético de Madrid más sólido de la temporada.
El conjunto inglés tiene un 1-0 adverso que remontar, una pequeña diferencia que el Atlético de Madrid suele transformar en gigantesca. Con solo cuatro goles recibidos en la presente edición de la Champions, el conjunto rojiblanco convierte en oro cada gol anotado.
El Leicester está utilizando la Liga de Campeones como una invitación a soñar. Fue primero de grupo contra todo pronóstico y eliminó al Sevilla por sorpresa en los octavos de final. Su hinchada cree en un equipo acostumbrado a lo impensado.
Para ello contará con tres factores importantes: el buen momento del delantero Jamie Vardy, los lanzamientos en largo de Christian Fuchs y el indesmayable aliento de su afición.
Vardy está en racha y marcó seis goles en los siete últimos encuentros de la Liga inglesa, tantos que ayudaron a la «resurrección» del campeón en los dos últimos meses. El Leicester ya no teme por el descenso después de sufrir durante toda la campaña.
«Estamos con confianza. El resultado de Madrid nos permite mantener esa confianza y tenemos la oportunidad de clasificarnos», afirmó el centrocampista Danny Drinkwater.
Además, el volante se refirió a la importancia de su público para propiciar un ambiente incómodo para el Atlético. De hecho, afirmó que sienten el aliento de todo un país: «Como seguidor inglés, yo sí apoyaría al único equipo de nuestro país que quedara vivo en la competición».
Sin embargo, el Leicester está obligado a mostrar más cosas que las exhibidas en la ida. Entonces, el técnico inglés Craig Shakespeare se conformó con defender muy agrupado atrás y lanzar balones en largo a Vardy. Apenas creó situaciones de gol y quedó muy expuesto ante un Atlético que generó suficientes ocasiones para lograr una renta, pero que paradójicamente marcó su único gol en un penal señalado por una caída de Antoine Griezmann que ocurrió fuera del área.
El conjunto rojiblanco, actual subcampeón de Europa, está en su mejor momento de la temporada y el sábado ganó 3-0 a Osasuna incluso jugando con suplentes y después de desperdiciar hasta dos penales. Diego Simeone recuperó la esencia de un equipo que es una roca atrás. El ataque queda para un Griezmann en plena forma.
Simeone podrá alinear a su equipo favorito. Con Kevin Gameiro todavía con problemas físicos, lo más probable es que siga confiando en Fernando Torres como pareja de Griezmann, dejando a Yannick Carrasco como enganche o como jugador de banda. El centro del campo tendrá a sus fieles: Koke, Gabi y Saúl.
Cada paso que da el Leicester en la Liga de Campeones es un hito, como corresponde a su debut en el máximo torneo continental. Para el Atlético, supone la oportunidad de jugar su tercera semifinal en cuatro años, una circunstancia que explica el altísimo nivel de fiabilidad alcanzado con Simeone en el banquillo. Es el favorito, pero no se fía del carácter irreductible de su rival.