Rafael Lara-Martínez
Tecnológico de Nuevo México
Desde Comala siempre…
I. Concepto de ensayo y escritura Establecer un modelo estándar —ensayo a manera de “paper”— no debería descartar la diferencia de estilos y formatos sino, en cambio, propondría el diálogo con la diferencia. La diferencia estipula no una, sino varios modelos de concebir la materia misma y su remplazo escrito, según la lengua y la cultura. En verdad, la escritura resquebrajada de Valencia Hernández evoca un mito central de la recopilación mito-poética más extensa en lengua náhuat, la del antropólogo alemán Leonhard Schultze-Jena (1930-1935). Se intitularía “la mujer fractal, en-fragmentos”, a cuerpo desmembrado y movimiento autónomo de cada parte. El libro refleja la idea de ese cuerpo humano desgajado. Sin un programa directriz, cada sección representa un todo en sí misma. Cada miembro —cada página— se separa del resto a su arbitrio. Vuela a su propia discreción sin acatar el dictado del objetivo inicial superior. La escritura fractal —su noción del cuerpo y de la psique— desafía la pretendida unidad del “paper” al invocar la fragmentación de su cometido en collage. De revisar las nociones abstractas —predicados epistémicos, tal cual el citado “-ish-mati, ojo-saber/saber visual, conocer”; yul-tuk, vivo” (Folio 141 y 143); tzun-, etc.— se caería en la cuenta cómo las partes del cuerpo expresan funciones particulares. Este carácter intransferible valida su autonomía y, como universal (head of…; give me a hand/dollar; break my phone/heart, a pain in the neck…), anula toda línea recta entre la estructura gramatical y el significado. La metáfora corporal —imposible de disolver en la lógica— desvía el cometido lineal, hasta impregnarlo de sentidos figurados. Ninguna muralla legal —científica ni política— frena ese constante intercambio entre la fórmula técnica y la alegoría poética. A cada parte —a cada página ilustrada y en letra— se le atribuye un emblema simbólico original. Acaso su carga anímica. Para rematar esta noción —concebir el cuerpo en cascarón del alma; materia, traje terrenal del espíritu— también el formato aplicaría esta premisa. La hechura disfraza los datos de tal manera que no se distingue el contenido propio de lo objetivo sin el ropaje que lo recubre. Por esta razón eficaz —“la materia-formato tapa y hospeda el espíritu-dato”— ya casi nadie aplica el postulado poético “ojalá mi ropero guarde varios cuerpos-trajes para revestir mi alma a diario de un nuevo atuendo”. Sólo la lectura del recuerdo reconocerá el nombre de ese poeta olvidado. Más aún, sólo la práctica del recuerdo lo glosará “ojalá mi escritura despliegue múltiples formatos para presentar los datos a diario según un nuevo estilo”. Modelos artísticos y científicos, a los datos les corresponde una pluralidad de enfoques según lo solicita el mestizaje. En breve se concluye lo siguiente: 1) sólo la ilusión realista con-funde datos y formato e impone —sino un solo estilo— una jerarquía en las maneras de representación. 2) a diferencia de la música y del arte, la fusión de datos y formato anhela inculcar un solo estilo académico de escritura.3) al abogar la diferencia cultural y lingüística, Valencia Hernández propone un modelo distinto de la representación.4) sus antecedentes letrados mexicanos más célebres se llaman “Pedro Páramo (1955) de Juan Rulfo y “Diario’ (1944-1954) de Frida Kahlo.5) si Rulfo rompe la secuencia lineal de la escritura, Kahlo la obliga a dialogar con la imagen visual. La letra-pintura ofrece una representación plástica, colorida de lo Real, carente de un orden preestablecido. 6) sin haberlos consultado, ese doble legado pervive intuitivamente en los “dos mundos” que crea Valencia Hernández, en arte y escritura. En náhuat y en castellano. 7) la hipótesis más audaz asentaría que existe un paralelismo certero entre ese formato alternativo —curvilíneo y fractal— y la noción náhuat del cuerpo, apenas insinuada en el Folio 151 (véase ilustración posterior). Como en una corporación de especialistas, a cada miembro o parte le corresponde una función anatómica o profesional concreta. Cada página exhibe su propio universo conceptual. 8) mientras el cubismo desafía la línea recta del “paper” —sin equívocos ni digresiones— al rescatar el ensayo literario sesgado, un enlace con el cuerpo humano convierte cada página en un relato/poema/imagen autónomo. Podría analizarse como un ente fractal en su totalidad independiente, tal cual lo realizan los especialistas médicos (i.e., el dentista ignora los ojos, viceversa, el oculista los dientes). 9) si a primera vista esos “mundos” sólo convocarían la diversidad lingüística náhuat y castellana, en seguida se vislumbra cómo el trópico húmedo sustenta lo cristiano y un neo-darwinismo lemuriano a comentar en la sección II. En un enlace de lo local y lo universal. La diversidad idiomática y cultural aplicaría la enseñanza musical y artística al permitir tantos modelos de la representación como la variedad que descubre. 10) A nivel mundial, la escena política actual revela lo ingenuo que resulta el objetivo de todo programa lineal. De Europa a América y Asia —en viaje colombino a lo desconocido— los disturbios sociales vindican la irrupción espontánea de astillas cubistas. Estas caries de la razón, el realismo del “paper” se niega a aceptarlas en su validez re-presentativa lineal. Empero, el Estar-Ahí-Con (Dasein-Mitsein), la ciencia lo adquiere gracias a las manifestaciones desbordantes y a las caravanas migratorias que desvían su rumbo predicho hacia el progreso indefinido. Sin la ilusión referencial del realismo científico —sin la solución directa de la fórmula matemática— la inestabilidad social irradia fragmentos cubistas a la pretendida rectilínea del avance técnico. El azar afecta a toda escritura (graphos), se califique de geografía, historiografía u otra traza letrada. En el silencio, entre los tsunamis, terremotos y protestas, las ciencias sociales censuran el hado de la contingencia de su trayecto sin esquivos hacia la verdad. 11) no obstante, el sesgo impertinente de la memoria desvía el pro-grama cuyo objetivo traiciona el objeto a re-pre-sentar: esquema lineal vs. irrupción del azar vs. tiempo cíclico (rotación terrestre y re-volución sinódica-social). 12) luego de dos siglos (1821-2020) de monolingüismo literario, el INFOD publica la escritura-pintura de Valencia Hernández . Se trata del primer ejemplo de la inconsistencia racional de la Ciudad Letrada salvadoreña. Sólo la falta de objetividad de los estudios culturales persiste en pensar El Salvador —apéndice de Castilla— sin desarrollar la dimensión lingüística y mito-poética que lo sitúe en el Centro de América. Por esta lógica, el rubro 10 alude a la vigencia del viaje columbino hacia lo desconocido, esto es, hacia un continente sin lenguas indígenas en su agenda de investigación literaria de los clásicos.
A continuar: II. Historia