Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino
Mónica Fernández es una ciudadana española que desde hace más de diez años promueve la creación de la Universidad Nacional Padre Rutilio Grande, la segunda de carácter público y gratuito en el país. Para dar vida a este centro de estudios superiores en honor al sacerdote mártir se necesita de la aprobación de una ley por parte de la Asamblea Legislativa, iniciativa que se presentó en 2015 y a la fecha no registra avances significativos.
Esta falta de respuesta por parte de los legisladores llevó a la organización social “Una Mesa Común para Todas y Todos”, de la que forma parte Fernández, a desarrollar varias concentraciones pacíficas frente al palacio legislativo para concientizar a los parlamentarios de todas las fuerzas políticas en la importancia de invertir en la educación superior como una estrategia de prevención de la violencia.
Finalizó la legislatura 2015-2018 y la organización no recibió respuesta satisfactoria a sus súplicas, es por ello que en el mes de abril la ciudadana española llevó a cabo la primera huelga de hambre que se prolongó por una semana. El mes pasado los miembros de “Una Mesa Común para Todas y Todos” fueron invitados a explicar la iniciativa de Ley de Creación de la Universidad Nacional Padre Rutilio Grande a los diputados de la Comisión de Cultura y Educación de la Asamblea Legislativa.
En esa reunión la comitiva de la organización, además de exponer el anteproyecto de cuerpo normativo, notificaron a los parlamentarios la intención de Mónica de llevar a cabo una segunda huelga de hambre que inició el pasado martes 3 de julio. Desde ese día la ciudadana española pasa las horas sentada leyendo literatura religiosa a la sombra de un árbol de mango y por las noches duerme en una alfombra de hule cubriéndose con una pequeña manta. Al preguntarle el porqué de su decisión, Fernández con voz débil, resultado de ingerir únicamente agua durante cuatro días, expone que está dispuesta a ofrendar su salud e incluso la vida por la creación de la universidad.
“Levantaré mi huelga de hambre hasta el día que sea aprobada la Ley de Creación de la Universidad Padre Rutilio Grande, la segunda de carácter público y gratuito, la fecha depende de los diputados, estoy determinada y casi segura de que tendré que dar la vida porque no les va a dar tiempo a ellos”, menciona Mónica mientras sus ojos se humedecen ligeramente como queriendo dejar escapar una lágrima.
Fernández indica que su intención en conjunto con la organización a la que pertenece es concientizar al Gobierno para que se aumente el porcentaje del presupuesto que se destina para el rubro de educación.
“Creemos que es evidente que lo que se invierte en educación se ahorra en seguridad, no estamos pidiendo al Estado aumentar el gasto, sino revisar y hacer un nuevo planteamiento del presupuesto”, detalló la ciudadana española.
Fernández recibe durante todo el día visitas de miembros de la organización a la que pertenece, así como de personas que conocen y se identifican con su lucha por procurar, mediante la creación de la Universidad Nacional Padre Rutilio Grande, oportunidades de educación para jóvenes que aspiran a estudiar una carrera universitaria y que por la cantidad limitada de cupos en la UES y la falta de recursos económicos para pagar una institución privada abandonan su sueño de contar con educación superior.