Miguel Ángel Dueñas Góchez*
El 9 de noviembre del presente año, el Presidente Nayib Bukele presentó la Ley de Agentes Extranjeros en El Salvador a la Asamblea Legislativa.
Este es el segundo intento para ser aprobada, pero no hay avances para ello aún. En este segundo intento, fue Niels Annen quien pidió a El Salvador reconsiderar la “Ley de agentes extranjeros” (https://www.dw.com/es/niels-annen-pide-a-el-salvador-reconsiderar-ley-de-agentes-extranjeros/a-59852193). Además, sugiere a través de la Embajada de Alemania suspender procesos de selección de “Proyectos Comunitarios” por posible afectación de Ley de Agentes Extranjeros, ya que el impuesto del 40 % que exigiría esta ley amenaza la sostenibilidad de estos proyectos.
En la Prensa Gráfica del 17 de noviembre de 2021, el artículo de Karla Ramírez, expone que el Relator especial de la ONU se une en su preocupación por Ley de Agentes Extranjeros y ofrece asistencia técnica al gobierno, al comentar: “Estoy recibiendo información sobre un nuevo proyecto de ley de Agentes Extranjeros en El Salvador que busca imponer severas restricciones a las asociaciones. Me pondré en contacto con el Gobierno para plantear mi seria preocupación por el proyecto y ofrecer asistencia técnica”, escribió en un primer twitter (@cvoule).
También el New York Times niega que dicha ley sea similar o igual a la que tiene Estados Unidos, porque cuando Estados Unidos aprobó su Ley de Registro de Agentes Extranjeros en 1938, la Segunda Guerra Mundial asomaba en el horizonte y el gobierno temía la difusión de la propaganda nazi. Al final expone que la medida excluiría a las misiones diplomáticas, las agencias internacionales de ayuda y las organizaciones de asistencia humanitaria, así como a aquellos involucrados en actividades religiosas, académicas o de salubridad. (https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2021-11-17/el-salvador-sociedad-en-vilo-por-ley-de-agentes-extranjeros).
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, asevera que “las organizaciones no gubernamentales y los medios independientes son una de las pocas voces en El Salvador que están en condiciones de presionar al gobierno para que rinda cuentas”.
La pregunta es: ¿estará dispuesta la cooperación de la iglesia cristiana evangélica aportar ese 40% al Estado Salvadoreño?
*Licdo. en Relaciones Internacionales