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Leonardo Bonilla, primer diputado independiente en la historia. Foto Diario Co Latino/Cortesía.

Ley de Agua, una asignatura pendiente desde el año 2006

Yanuario Gómez
@DiarioCoLatino

Leonardo Bonilla, primer diputado no partidario en la historia política de El Salvador, es de la opinión que en temas como el agua, la Asamblea Legislativa debe procurar que la empresa privada no tenga participación en lo que se refiere a gestión del recurso, ya que por ser un derecho humano debe ser tutelado y garantizado por el Estado.

“El tema de la Ley de Aguas no debería ser complicado como casi cualquier otro, cuando las soluciones de país son analizadas en base a lo que la población demanda y necesita, la ruta está trazada, el recurso hídrico debe establecerse como un derecho humano constitucional y no existe razón de peso para que entidades privadas puedan formar parte del ente rector”, expresó Bonilla.

Para el parlamentario, la retraso de cerca de 13 años que tiene la discusión de la legislación sobre el recurso hídrico se debe a la valoración de intereses particulares por sobre los de la sociedad en su conjunto y considera que si se superan estas diferencias, la Ley de Aguas podría aprobarse en la presente legislatura.

“Si superamos esos intereses, la ley puede aprobarse en esta legislatura sin la participación de la empresa privada como hasta ahora y garantizar que este se mantenga como un derecho humano”, sostuvo el legislador no partidario.

Otro de los temas en relación al medioambiente que para Bonilla deberían tener una resolución, tomando en cuenta el beneficio a la salud de los salvadoreños, es el retiro del mercado de la lista de agroquímicos nocivos para la salud.

“Si los estudios demuestran que estos químicos causan daños a la salud, definitivamente debe legislarse para prohibir su uso o regularlo en el mejor de los casos de manera que no tengan consecuencias para el ser humano”, expuso Bonilla.

El diputado reiteró que “si lo vemos en la lógica de la función social, no tiene que representar un problema a la hora de decidir, el problema es que cuando la industria tiene sus manos e intereses inmersos en estos temas, los mismos se distorsionan”. La llamada “docena sucia” está formada por un grupo de sustancias orgánicas (12 en un principio, y ampliadas a 17 durante el “Convenio” de 2007) usadas masivamente y prácticamente sin control antes de los 80, extremadamente peligrosas por su toxicidad, resistencia a la degradación natural y, por lo tanto, por su capacidad de acumularse en los sistemas acuáticos y terrestres.

Estos químicos son bioacumulables, especialmente en grandes depredadores que los adquieren a través de sus presas y los retienen en elevadas concentraciones en el tejido graso. En el ser humano, estos se adquieren tanto a través de la alimentación como de la contaminación medioambiental que les rodea, los componentes de esta lista denominada la “docena sucia” son asociados al cáncer conocido como linfoma “No Hodgkin”. La petición de retiro del mercado de estos químicos fue una solicitud del FMLN junto a organizaciones sociales y ambientalistas, la cual en la anterior legislatura quedó pendiente de resolución debido a presiones de transnacionales que hacen de la comercialización de estos productos su modalidad de lucro.

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