@GloriaCoLatino
La lucha de las radios participativas, buy viagra alternativas o indígenas, click por ser reconocidas en los marcos jurídicos que difunden información, se encuentran en un momento importante para generar cambios del poder hegemónico en el discurso mediático.
La Red por el Derecho a la Comunicación (ReDCo) realizó el Foro Público denominado “Democratización de las Comunicaciones y Lucha Popular por los Cambios Estructurales” realizada en la Universidad de El Salvador (UES), en donde participaron diferentes representantes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Raymundo Calderón, Decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades,
reconoció la importancia de llevar al debate el tema de las comunicaciones y los poderes fácticos en la región centroamericana.
“Para nosotros es un honor que se discuta en el campus universitario un tema tan importante como la lucha por democratizar las comunicaciones. Porque reconocemos que este tema es impostergable en la vida nacional del país”, declaró.
El Jefe de la Escuela de Letras José Luis Escamilla presentó una reflexión que denominó: “La creación de tensiones desde la resistencia de los medios alternativos de comunicación frente al monopolio de larga tradición”, que reconoció que está referido solo a El Salvador, pero varios aspectos podrían ser similares en Centroamérica.
Escamilla expresó que este tipo de “tensiones” por la disputa de la hegemonía del poder del discurso pasan desapercibidas para el consumidor promedio.
“A lo largo del siglo XX el tema de los medios de comunicación era un asunto de empresarios propietarios, periodistas informadores, formadores de periodistas, algunos gurús empíricos y presentadores con arquetipos extranjeros y al otro lado la masa amorfa, consumidora de
música, entretenimiento, noticias y publicidad”, manifestó.
En cuanto a los medios alternativos a discursos como los matutinos de corte conservador del país, surgió el Diario Latino (Diario Co Latino) y El Independiente, que no solo trataron de ampliar la oferta informativa sino que, también sufrieron represión.
“En el pasado el Latino (Co Latino) y El Independiente quienes asumieron una postura diferente; fue un periodismo opuesto a los otros y para muestra, el Latino e Independiente fueron dinamitados E INCENDIADOS en varias ocasiones, hechos que implican por sí solos, la relevancia discursiva y la tensión del poder en este ámbito”, expresó Escamilla.
Mientras, Helen Ocampo, del Colectivo José Falastiri, de Honduras, indicó
que en materia de democratización de los medios de comunicación Guatemala, Honduras y El Salvador comparten un modelo inequitativo en la información alternativa.
“En Honduras hay diferencias entre los medios comunitarios y los comerciales, en cuanto a la asignación de frecuencias y permisos de operación; y lo que compartimos con El Salvador es que, ninguno de los dos países tiene una Ley de Medios Comunitarios como tal.
Recientemente en Honduras se aprobó un Reglamento de Servicios Comunitarios, pero no responde a la realidad de estos medios y ningún país de Centroamérica cuenta con una ley que reconozca su realidad de trabajo”, aseguró.
La concentración de los medios comerciales y la adjudicación de un buen número de frecuencias del espectro radioeléctrico, fueron mencionadas por los ponentes como las barreras más visibles para la comunicación alternativa.
Santos David Saloj, de origen Maya Kaqchikel, de la Asociación de Cooperación Indígena (COINDI) Solola, Guatemala, señaló las dificultades sobre la comunicación comunitaria.
“Me atrevo a decir, que lo de las radios comunitarias es bastante preocupante, ya que no existe una legislación para el funcionamiento del espectro radioeléctrico y tenemos una constitución política. En el artículo 35 habla sobre el libre pensamiento y sin censura, así como, el Acuerdo sobre Identidad y Derecho de los Pueblos Indígenas que habla de las radios comunitarias masivas, para la difusión de la identidad cultural del pueblo Maya, pero no ha sido prioridad en la legislación guatemalteca”, afirmó.
Mientras, Leonel Herrera, de ARPAS, comentó que el modelo mediático vigente se caracterizaba en los tres países, por una alta concentración en el sector privado comercial.
A excepción de Nicaragua que es presencia estatal.
“Esta concentración de los medios de comunicación mantienen una estrecha relación con los poderes oligárquicos, en algunos países como Guatemala y Honduras conspiran contra el pueblo y en el caso de El Salvador lo hacen desde una oposición al gobierno, en una alianza con sectores de la derecha oligárquica y buscan afectar al gobierno y bloquear
iniciativas para los sectores populares y evitar que avancen los cambios estructurales económicos o tributarios, a fin de mantener su status quo, y eso es lo mismo en América Latina”, explicó.
El cambio de los modelos mediáticos excluyentes, señaló Herrera no debe ser solo la lucha de las organizaciones de medios alternativos, sino que, debe contar con participación ciudadana que promueva el debate público y denunciar la gravedad de la sentencia emitida por la Sala de lo Constitucional (CSJ), que atenta contra el derecho de la información y comunicación de la población.
Herrera insistió en que esta situación “debería tener en alarma al país y ser un motivo, que como pueblo ejerzamos el derecho a la insurrección y nos levantemos contra la sala de lo constitucional por atentar duramente contra un aspecto central de la democracia. La Sala renueva todas las concesiones y los empresarios conservan el mismo espacio del sistema analógico, sin pensar que en el sistema digital podrán multiplicar la cantidad de
canales o radios.
La Sala con esta sentencia no solo fortalece el sistema mediático concentrado que tenemos… sino que, establece condiciones para que esta sea mucho mayor”, acotó.