Redacción Co Latino
La familia de Levi Morales recibió una llamada de Centros Penales en la que le manifestaban que este martes le darían la libertad al joven y así fue. La liberación se dio al filo de las 5 de la tarde.
Organizaciones, como FESPAD y familiares, se hicieron presentes a la entrada del penal de Izalco, antes de las 4 30 para esperar la liberación de Levi.
“Estamos en el perímetro del centro penitenciario de Izalco a la espera de la liberación de Levi Morales”, dijo la abogada, ya que la familia fue notificada de la liberación.
Hay que recordar que Levi tenía la orden de libertad desde hace 15 días, por un Tribunal y hasta de la Fiscalía General de la República, pero Centros Penales se negaba a cumplirla. Un equipo jurídico de FESPAD le ha estado dando seguimiento al caso.
Levi fue capturado el 11 de noviembre de 2022, cuando recién estaba en la cosecha de jicamas, su papá Silverio Morales, un dirigente indígena, y su esposa, trabajaban en su parcela y cuando llegó la noche bajan con parte de la carga, y los recibe Levi, quien les ofrece ir a lavar esa carga de jicamas, para que sus padres comieran y descansaran de la jornada, pero Levi no lo volvieron a ver, hasta un año después, el día de la liberación.
La familia de Levi supo de la captura hasta las 11 de la noche, cuando él tendría que estar ya en la casa para dormir. Lo llevaron a la subdelegación de Nahuizalco acusado de asociaciones ilícitas. Y desde entonces fue un calvario y denuncias del padre de Levi. Silverio denunció la constante vulneración de derechos de su hijo al recordar que cuando fue liberado la primera vez, estaba en el penal de Usulután. Y cuando lo dejaron en el portón del recinto penitenciario ya lo esperaban los agentes de la Policía Nacional Civil de San Miguel, quienes lo trasladaron de nuevo a las bartolinas, esta vez en San Miguel.
“A nosotros, no nos avisaron, no supimos nada, sólo que teníamos la Carta de Libertad, y nunca nos llamaron y cuando nos reunimos con los defensores y comenzamos a hacer las llamadas al Penal de Usulután, nos informan que el 20 de noviembre había quedado libre. Nos complicó porque si había quedado libre, nos preocupaba que le había pasado ¿lo mataron o lo secuestraron?, los defensores se quedaron a investigar en todos los penales de Oriente y Occidente”, manifestó.
“Y fue el el uno de diciembre que lo encontramos en el Penal de Izalco, ya habían pasado esos días y nosotros sin saber que había sido libre, que había sido capturado de nuevo, eso fue lo que pasó con la primera carta de libertad. Y, en la segunda carta de libertad, pues no ha pasado nada, no nos dan información”, puntualizó Morales días antes de que el hijo fuera finalmente puesto en libertad.