La captura de Atilio Montalvo, conocido en la exguerrilla como comandante Salvador Guerra, así como la de Santos Melara, “Pepe”, también excomandante guerrillero y exdiputado de la Asamblea Legislativa, y demás directivos de lo que fuera la Alianza El Salvador en Paz, deben ser liberados, no sólo porque los dos mencionados tienen graves problemas de salud, sino porque son inocentes de los cargos que el gobierno del inconstitucional presidente Nayib Bukele les imputan.
Montalvo fue detenido el 31 de mayo de 2024, junto con otros diez ex combatientes y veteranos que lideraban la Alianza Nacional El Salvador en Paz. La captura se dio porque la Alianza preparaba acciones de protestas en diferentes puntos del país, para repudiar la toma de posición inconstitucional del segundo mandato de Bukele, y por supuesto Bukele no iba a tolerar que le hicieran sombra en su acto de toma de protesta, y por eso ordenó a la Policía Nacional Civil reprimir las protesta con las capturas días u horas de la toma inconstitucional.
Por cierto, cuando Salvador Guerra fue detenido, mediante argucias de las unidades policiales que realizaron la detención ilegal, se encontraba en estado de recuperación por una operación efectuada el 27 de mayo del presente año, además, en noviembre de 2023 había sufrido un infarto, además de que necesita diálisis semanales.
En esas condiciones de salud, era imposible que Montalvo estuviera preparando “atentados terroristas” como dice el parte policial y el expediente de la Fiscalía General de la República.
Por el estado de Salud de Montalvo y Pepe una instancia judicial determinó que permanezcan hospitalizados, sobre todo Montalvo para recibir los distintos tratamientos, pero, los centros penitenciarios han negado que estos salgan de la prisión, con lo que han violado no solo la orden de una instancia superior, sino que violaciones a los derechos humanos que todo reo, sobre todo, si son inocentes, deben recibir de parte del estado.
“Su situación de salud es extremadamente delicada: si él no sale ya, va a morir en la cárcel”, dijo, alarmada, una fuente. “Este Estado debería tener un mínimo sentido de humanidad para, al menos, permitir que él muera en su casa y no en prisión”, señaló, consternada, otra de las fuentes que hablaron con Diario Co Latino.
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Atilio Montalvo participó en la negociación y firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a cinco décadas militarismo y doce años de cruenta guerra civil, por lo que a: “Él es un héroe nacional, un personaje histórico, al que el país le debe mucho; pero este régimen lo trata como a un delincuente”, comentó una de las fuentes.
Los casos de Montalvo, Pepe y los otros directivos de la Alianza El Salvador en Paz, compuesta por ex guerrilleros y miembros de la fuerza armada, dejan claro que su arresto es parte de la persecución política que mantiene Bukele, con el afán de acallar las protestas o voces opositora a su régimen autoritario y violador a de las leyes.
No en balde se ha creado Comité de Familiares de Personas Presas y Perseguidas Políticas de El Salvador (COFAPPES), tras la captura de exfuncionarios de los gobiernos del FMLN, entre ellos la doctora Violeta Menjívar, Erlinda Handal, así como el del exministro Mauricåio Ramírez Landaverde, ex comisionado de la Policía Nacional Civil, a quien, debido al proceso judicial le arruinaron su carrera policial, además de salir de la cárcel con grandes padecimientos de salud.
O los que han tenido que exiliarse como los expresidentes de la Asamblea Legislativa Lorena Peña y Sigfrido Reyes. Así como figuras históricas del FMLN como los ex comandantes Fermán Cienfuegos, Medardo González, Manuel Melgar, entre otros.
Es decir, el caso de Atilio Montalvo y Santos Melaras y los demás directivos de la Alianza, es parte de una estrategia de encarcelar las voces opositoras en El Salvador, que es víctima del miedo y la narrativa mentirosa del gobierno del inconstitucional Nayib Bukele.