Por Imed Lamloum
Trípoli/AFP
Libia esperaba el martes ayuda extranjera para controlar un incendio que está devastando un importante depósito de combustible en Trípoli, mind buy cialis provocado por combates entre milicias rivales y que amenaza a los habitantes de la capital.
También se registraron combates en Bengasi (este), donde un avión militar libio que participaba en los combates apoyando a las fuerzas paramilitares de un general disidente se estrelló el martes, según un testigo y una fuente militar.
El piloto saltó con su paracaídas y está «sano y salvo», precisó a la AFP el general Sagr Al Jerushi, «jefe de las operaciones de las fuerzas aéreas» leales al general disidente Jalifa Haftar. Según un testigo, el avión explotó al tocar el suelo.
«Por el momento ignoramos si se trató de un desperfecto técnico o si el avión fue alcanzado por un proyectil», agregó Al Jerushi.
Según un testigo, poco antes de estrellarse este aparato estaba atacando posiciones de los grupos islamistas. Esta fuente indicó que vio un paracaídas abrirse en el cielo antes de la caída del avión.
Desde el fin en octubre de 2011 del gobierno de Muamar Gadafi, luego de ocho meses de rebelión apoyada por los occidentales, las autoridades libias no logran controlar a las decenas de milicias formadas por ex insurgentes que hacen lo que quieren en Libia, ante la falta de un ejército y una policía regular bien entrenados.
Los combates los protagonizan milicias rivales, grupos islamistas y soldados y las fuerzas del general disidente contra y grupos radicales, y costaron la vida a cientos de personas en todo el país.
Luego de una mañana tranquila, los combates entre milicias rivales se reanudaron al mediodía a lo largo de la ruta del aeropuerto de Trípoli, después de dejar más de 100 muertos y 400 heridos desde que se iniciaron el 13 de julio.
Los cohetes disparados durante esos combates cayeron el domingo en un importante depósito de almacenamiento de hidrocarburos situado a proximidad, provocando un gigantesco incendio.
Ante la impotencia de los bomberos libios para controlar las llamas, en parte debido a los combates, el gobierno libio pidió ayuda a otros países.
Según Trípoli, Italia enviará siete aviones de lucha contra los incendios y equipos técnicos, en una fecha no precisada, siempre que cese la violencia.
Desde el sábado, cuando grupos islamistas radicales lanzaron una ofensiva contra una base militar de la unidad de las Fuerzas Especiales del ejército cerca del centro de la ciudad, se registran combates.
Unas 40 personas murieron el fin de semana en nuevos combates entre el ejército y las milicias islamistas.
El «Consejo de la Shura de los Revolucionarios de Bengasi», una alianza de milicias islamistas, reivindicó en los últimos meses ataques y la conquista de varios cuarteles militares.
La unidad de las Fuerzas Especiales es una de las raras brigadas del ejército regular en Libia, que sin embargo, anunció su apoyo a las operaciones del general Haftar, aunque no bajo su mando.
Desde el 16 de mayo, este general disidente lleva a cabo una operación contra los grupos «terroristas» en Bengasi. Aunque sus detractores lo acusan de llevar a cabo un golpe de Estado, cuenta con el respaldo de varias unidades del ejército regular, incluyendo a las fuerzas de la aviación.
Anuncian cierre de embajadas y evacuación
Francia se dispone a evacuar a sus ciudadanos de Libia a raíz de la degradación de la situación en ese país, indicaron el martes en París fuentes gubernamentales.
Las modalidades de la operación de evacuación, que se hará por vía marítima, será decididas el martes por la tarde, agregaron las fuentes.
Holanda y Portugal indicaron que cerraban sus embajadas temporalmente.
La cancillería portuguesa dijo que ya había evacuado a sus ciudadanos que querían partir y que los que habían decidido permanecer en Libia lo hacían bajo su propia responsabilidad.
Otros países, incluyendo a Gran Bretaña, Alemania y Egipto, aconsejaron el pasado fin de semana a sus ciudadanos que abandonasen el país.
Estados Unidos ya evacuó su embajada, señalando un riesgo real debido a los combates entre tropas leales al gobierno libio y los islamistas.