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Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
A sus setenta años de edad y tras haber triunfado local e internacionalmente en varias disciplinas federadas y estudiantiles, Federico “La Liebre” Vilanova puede considerarse como una leyenda viviente del deporte salvadoreño.
Y es que, a pesar de cargar con siete décadas sobre su espalda, “La Liebre” luce sano y bien físicamente.
Y no es para menos, en 70 años Vilanova ha practicado Squash, Baloncesto, Voleibol, Tenis, Atletismo, Béisbol, Fútbol de primera, Boliche, Natación, Esquí acuático, Karate, Judo, Frontón, Bicimontaña, Cacería y, de momento, se mantiene activo en el Golf.
En el Baloncesto fue en el deporte que más éxitos cosechó, ya que en la década de los setenta capitaneó varios equipos campeones de la primera, entre ellos: Colegio Médico, ADEMAR, Robertoni y McDonald’s. También fue capitán de varias selecciones mayores, lo que le permitió medirse contra lo mejor de Centroamérica y el Caribe.
En el Fútbol de Primera División formó parte del Atlético Marte, que se consagró campeón en 1970 y que, bajo la dirección técnica de Hernán Carrasco Vivanco, fue la base de la selección que estuvo en el Mundial México ‘70.
Eso sí, la mayor parte de su vida deportiva la desarrolló en el Squash, hasta llegar a imponer una dinastía, siendo su triunfo más resonante el obtenido en la categoría 50 años o más del Open de San Francisco, California, en 1999.
Entre 1967 y 1976, su elasticidad para los saltos y remates le abrieron un espacio en las selecciones del Voleibol Sala y jugó varios torneos Centroamericanos y del Caribe. “La Liebre” fue a los Panamericanos México 1975.
Pero como se dijo antes, durante los últimos años Vilanova se ha mantenido competitivo en el Golf, jugando en los campos del Club Salvadoreño, Campestre, Las Veraneras y El Encanto.
Forjado en el Externado de San José y graduado de Ingeniero Agrónomo, su destacada trayectoria le ha permitido coleccionar toda clase de medallas, trofeos, diplomas y reconocimientos especiales como “La Espiga Dorada”, “El Laurel de Oro”, “Maestro del Squash”, “Premio del Club Rotario 2006” y, en 2012, fue ingresado al Salón de la Fama del Baloncesto.
Su máxima satisfacción
Con los pies en la tierra y siempre modesto, Lico Vilanova no dudó en responder cuál ha sido su máxima satisfacción deportiva durante su amplia trayectoria.
“Una de mis máximas satisfacciones fue haber marcado en el NORCECA, de 1971, a uno de los mejores basquetbolistas panameños de todos los tiempos, Davis Peralta, seleccionado de su país en los Juegos Olímpicos de México ‘68”, expresó el experimentado atleta.
Asimismo, no titubeó al analizar si el deporte de antes fue mejor al de ahora o el de ahora es mejor al de antes.
“Son escenarios diferentes. Antes era un orgullo ser seleccionado, uno se esforzaba y entregaba con todo por sobresalir, pero sin recibir pago, y uno pagaba los servicios médicos. Lo hacíamos por amor al deporte y alguna beca estudiantil. Las federaciones y patrocinadores nos buscaban fogueo internacional. Durante los últimos años, todo ha cambiado y gira en torno a lo monetario y no es lo mismo jugar por amor al deporte que por interés al dinero”, concluyó “La Liebre”.
