Bogotá / AFP
El congresista Jesús Santrich, exnegociador de paz de la disuelta guerrilla FARC, incumplió el martes una cita judicial dentro de la investigación que se le sigue en Colombia por narcotráfico, tras lo cual un alto tribunal podría ordenar su captura.
«Jesús Santrich se ha burlado de la justicia», reaccionó en Twitter el procurador Fernando Carrillo, jefe del organismo que sanciona a funcionarios públicos, después de confirmarse la inasistencia del excomandante rebelde.
El también líder del partido surgido de los acuerdos de paz con las FARC abandonó su esquema de seguridad el 30 de junio, y desde entonces se desconoce oficialmente su paradero.
Santrich debía comparecer ante la Corte Suprema para responder por cargos de narcotráfico que le endilgan en Colombia y Estados Unidos, país que incluso pidió su extradición alegando que el exguerrillero había conspirado para traficar cocaína después de firmar la paz en 2016.
El abogado defensor Gustavo Gallardo dijo que desconoce los motivos de la decisión de su cliente, pero evocó «razones de seguridad» sobre las que no ahondó.
«Lo concreto es que el día de hoy no apareció. Nosotros solicitamos (…) a la sala de instrucción que procediera a reagendar la diligencia de indagatoria, para que en una nueva oportunidad Santrich pueda comparecer», señaló Gallardo a los periodistas.
El incumplimiento podría desencadenar una orden de captura contra el exnegociador de paz de 52 años y quien sufre una aguda deficiencia visual.
El procurador Carrillo afirmó que ya solicitó el arresto de Santrich, pero serán los jueces quienes decidan si dictan su captura.
El parlamentario, quien llegó al Congreso como parte del pacto que terminó con medio siglo de lucha armada de las FARC, también debe acudir a la justicia especial de paz que investiga los peores crímenes cometidos durante el sangriento y prolongado conflicto.
Si incumple con esa obligación, podría igualmente perder los beneficios jurídicos que le otorga el acuerdo de paz, que condujo al desarme de unos 7.000 excombatientes.
Por lo pronto, su caso ha dado munición a los críticos de la negociación de paz, empezando por el gobierno, que denuncian la impunidad que rodea supuestamente los compromisos firmados en Cuba bajo la anterior administración.
El ahora movimiento político FARC tomó distancia de Santrich y de otros tres excomandantes, cuyo paradero se desconoce y quienes no han comparecido a los llamados de la justicia de paz.
«Esta situación es un mal precedente que afecta la credibilidad del proceso, pero queremos dejar claro que eso no significa que la decisión unilateral que han tomado algunos dirigentes del partido pueda hacer fracasar en ningún momento el mismo», señaló el exguerrillero y parlamentario Carlos Lozada.