Beirut / AFP
Hezbolá se quedará en Siria «todo el tiempo que sea necesario», anunció el miércoles el líder del movimiento chiíta libanés, Hasan Nasralá, en un discurso televisado.
«Nos quedaremos incluso después del acuerdo de Idlib» aseguró Nasralá, en alusión al pacto de Rusia y Turquía para evitar una ofensiva del gobierno sirio que podría reconquistar el último reducto rebelde en el país.
«Nuestra presencia allí está vinculada a la necesidad y al consentimiento de la dirección siria», subrayó Nasralá, cuyo movimiento interviene oficialmente en Siria desde 2013.
El apoyo de Hezbolá, así como el de Rusia e Irán, permitió al poder de Bashar al Asad consolidar su control en casi dos tercios del territorio sirio, multiplicando las victorias frente a los rebeldes y los yihadistas.
«Naturalmente, la calma en la línea de frente y el retroceso de las amenazas tendrán un impacto en los efectivos presentes», añadió.
Hezbolá participó en Siria en las batallas contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), pero también combatió a los rebeldes.
Unos 1.665 combatientes del grupo murieron en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, alcanzaron un acuerdo la noche del lunes para evitar el asalto que el gobierno de Al Asad deseaba lanzar contra Idlib, creando una «zona desmilitarizada» bajo control ruso-turco en el último bastión rebelde de Siria. Así, alejaron la perspectiva de una ofensiva contra esta provincia del noroeste de Siria.
«Con el acuerdo de Idlib, si se hace todo correctamente, podemos suponer que Siria se dirigirá a una gran calma y concretamente no habrá líneas de frente», dijo Nasralá.