Bogotá/AFP
El líder de la exguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Jesús Santrich, pedido en extradición por narcotráfico en Estados Unidos, anunció la suspensión temporal de la huelga de hambre que lleva a cabo desde hace 41 días.
«Atendiendo el clamor de esas voces, he tomado la decisión de suspender transitoriamente mi huelga de hambre», informó en una letra leída por el académico Jairo Estrada, tras una visita al centro de acogida de la Iglesia católica en el que se encuentra recluido.
De 51 años y con una aguda deficiencia visual, Santrich inició el 10 de abril una huelga de hambre en protesta por su captura el día anterior, que respondió a una solicitud de Estados Unidos donde se le acusa de conspirar para enviar cocaína a ese país.
«Está estable, es una persona que ha perdido 16 kilos, está en control médico, pero está en el punto en el que nos ha generado la mayor preocupación», dijo Estrada a los medios acerca de su estado de salud.
La interrupción de la huelga de hambre ocurre en la misma semana en que el tribunal creado para juzgar crímenes del conflicto con las FARC anunció la suspensión temporal de su extradición.
«En el marco de la justicia integral, quedan al parecer resquicios dignos emanados del acuerdo de paz que me llevan a pensar que aún es posible mi libertad», expresó el exnegociador de paz en el comunicado.
Firmado en noviembre de 2016, el pacto concede beneficios jurídicos a quienes confiesen sus crímenes y reparen a las víctimas y prevé que ningún líder de la otrora guerrilla sea entregado a Estados Unidos por acciones ocurridas antes de esa fecha.
Sin embargo, en caso de que reincidan después de la firma del acuerdo, los excombatientes podrían ser sancionados por la justicia ordinaria y extraditados.
Desde un inicio, la exguerrilla FARC, ahora reconvertida en partido político con las mismas iniciales, han afirmado que las acusaciones contra Santrich se trataban de un «montaje jurídico» orquestado por la fiscalía y Estados Unidos.
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