San José / Prensa Latina
La entrada en vigencia de nuevos impuestos representa un fuerte golpe a los sectores medios y populares de Costa Rica, afirmó Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).
El IVA que rige desde el lunes en Costa Rica es de 13%, al igual que el antiguo impuesto a la venta, con la diferencia de que se incluyen algunos servicios excluidos del gravamen anterior.
Junto al IVA comenzó a regir un incremento en el impuesto sobre la renta para las personas con salarios más elevados, medidas adoptadas como parte de una reforma tributaria dirigida a contener el déficit fiscal, que alcanzó 6% del PIB en 2018.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) constituye el más injusto de todos los gravámenes del sistema tributario nacional, cuyo carácter regresivo se profundiza, al tiempo que potencia más la desigualdad y la exclusión social en Costa Rica, apunta Vargas en un artículo divulgado en el sitio Web de la ANEP.
Refiere que entra en vigor en medio de una gran conmoción social: las manifestaciones de costarricenses traileros y transportistas, con gran apoyo ciudadano, en muchos puntos de la geografía nacional.
‘Como bien sabemos, en Costa Rica y proporcionalmente hablando, pagan más impuestos quienes menos tienen; y los que tienen más, no pagan lo debido. Se la pasan escamoteando, evadiendo, eludiendo sus responsabilidades tributarias y/o escondiendo sus fortunas fuera del país en paraísos fiscales’, denuncia el líder sindical.
Asegura que el IVA no discrimina capacidad de ingreso de las personas, lo cual hace más grave la situación financiero-familiar de quienes, aunque teniendo empleo fijo, sufren congelamiento salarial en los sectores público y privado; de ese millón de compatriotas en la informalidad; de las casi 300 mil personas desempleadas, amén del fuerte impacto negativo en la estabilidad económica de las micro, pequeñas y medianas empresas.
El secretario general de la ANEP sostiene que los sectores pudientes, con gran peso político-económico en la vida del país, han bloqueado todas las iniciativas para llevar un poco más de justicia al sistema tributario nacional.
Tras indicar que sobran las alternativas y las propuestas para hacer llegar recursos frescos a las golpeadas finanzas públicas, cuyo deterioro no puede imputársele al pueblo tico, Vargas asevera que el abultado déficit fiscal no es culpa de la clase trabajadora.
‘La lucha social y popular por la más que necesaria transformación tributaria estructural que ocupa la golpeada democracia costarricense de la actualidad, es una tarea pendiente por parte de todas las fuerzas cívicas y patrióticas del país; anhelando que en algún momento se de la conjunción estratégica al respecto, cuya ausencia posibilita que los sectores dominantes agredan a los de abajo con injusticias tributarias como la del IVA’, concluye.