Madrid/PL/AFP
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, anunció hoy que presentará a las agrupaciones de izquierda una nueva oferta de pacto, en aras de garantizar su proclamación como presidente del Gobierno.
Sánchez, pedirá el martes a un parlamento hostil que le permita formar gobierno, en una apuesta casi imposible sin ayuda de la izquierda, especialmente de Podemos, que por ahora se la niega.
El debate de investidura será el primer paso para tratar de superar el bloqueo político en España, generado por los comicios de 20 de diciembre que dejaron un parlamento con cuatro grandes formaciones, pero ninguna con fuerza suficiente para gobernar en solitario.
El Rey propuso a Sánchez intentar formar gobierno, después que el jefe del ejecutivo saliente, el conservador Mariano Rajoy, declinara el ofrecimiento por falta de apoyos, pese a haber sido la fuerza más votada en las elecciones (123 diputados).
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) «tenía una disyuntiva: o hacíamos lo mismo que el Partido Popular (PP, derecha) y en consecuencia sometíamos al desgobierno y a un bloqueo institucional inmerecido a nuestro país o dábamos un paso al frente», dijo Sánchez, que este lunes cumple 44 años.
Al intervenir ante el Comité Federal del PSOE, Sánchez dijo que propondrá a Podemos, Izquierda Unida y Compromís un acuerdo de gobierno que en materia laboral, social y de regeneración democrática va «mucho más allá» al firmado con Ciudadanos (C’s, centroderecha).
Aclaró, no obstante, que ese posible trato, de cara a lograr su investidura esta semana, será coherente con el documento sellado el pasado miércoles con su par de C’s, Albert Rivera, que debe ser ratificado hoy por el máximo órgano de dirección del partido.
El secretario general de la centenaria organización subrayó que el ofrecimiento a esas tres formaciones, que suspendieron la negociación con el PSOE tras su alianza con Ciudadanos, irá mucho más allá de aquellas políticas de izquierda que merecen los españoles.
Adelantó que el plan reforzará las medidas en materia de emergencia social, mercado laboral y recuperación de los derechos de los trabajadores.
Además, incluirá nuevas medidas en lo relativo a la lucha contra la corrupción, la regeneración democrática, la igualdad de oportunidades y de género, el cambio climático y las políticas de asilo y refugiados.
Explicó que durante esta misma jornada hará llegar su proposición a todas las fuerzas políticas del cambio para que se sumen al PSOE y pongan fin al ejecutivo saliente de Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP).
No renuncio a que España siga en funciones con Rajoy y a que esta misma semana tengamos por fin un gobierno progresista, enfatizó Sánchez, quien mañana afrontará su primera sesión de investidura en el Congreso de los Diputados.
Confesó que le gustaría formar un gobierno de izquierda, pero reiteró que la suma de esas agrupaciones no es suficiente y por eso se vio forzado a pactar con Ciudadanos su investidura, abocada por el momento al fracaso al carecer de los votos necesarios para ser elegido gobernante.
Sobre las críticas a su acuerdo con la centroderecha, afirmó que la peor de esas medidas es mucho mejor que perpetuar a Rajoy en el poder.
Para ser proclamado presidente del Gobierno, Sánchez necesita en la primera votación del próximo miércoles mayoría absoluta, fijada en 176 diputados, algo que no garantiza su asociación con C’s, pues juntos reúnen 130 bancas (90 del PSOE y 40 de Ciudadanos).
En una eventual segunda ronda, programada para el 5 de marzo, requeriría mayoría simple, es decir más votos a favor que en contra, para poder llegar al Palacio de la Moncloa (sede ejecutiva).
Tanto el PP, con 123 escaños en el Congreso, como la formación emergente Podemos (69), adelantaron, por razones diferentes, que votarán en contra de la investidura del dirigente socialista.
Solo la abstención de uno de los dos le permitiría ser elegido jefe del Ejecutivo.