Por Patricio Arana
Bruselas/AFP
Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) se reúnen en cumbre este jueves y viernes en Bruselas con la ambición de cerrar su plan de acción sobre el clima y reforzar el combate contra la epidemia de Ébola.
A estos dos puntos centrales de la cumbre se añade una reunión de los líderes de la zona euro que discutirán sobre cómo robustecer el cada vez más flojo crecimiento económico, ed cuando una nueva recesión amenaza al bloque.
El paquete para el clima y la energía es el más complejo que tendrán los mandatarios sobre la mesa. La Comisión Europea presentó uno de los proyectos más ambiciosos a nivel mundial, aunque insuficiente para las organizaciones ambientalistas, y se busca un acuerdo para que el bloque presente un frente unido en la conferencia del clima de París de 2015.
Un acuerdo «crucial»
En la jerga comunitaria se conoce como el paquete 40-27-30. Esto es 40% de reducción de gases con efecto invernadero en relación a los niveles de 1990, 27% de energía producida con fuentes renovables y un 30% de ahorro energético, o de eficiencia, para el periodo que corre hasta 2030.
La víspera del encuentro, los 28 miembros no habían hallado un acuerdo sobre el paquete. Fuentes diplomáticas confiaron en que se alcanzaría un acuerdo, aunque éste sería «insuficiente».
«Espero que lo alcancemos (…) este es un acuerdo crucial», dijo este jueves el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy.
Un borrador con las conclusiones de la cumbre, consultado por AFP, reza que «todos los Estados miembros participarán en el esfuerzo, equilibrando justicia y solidaridad» entre los Estados miembros.
En suma, repartir los esfuerzos para alcanzar los objetivos. Pero repartir los esfuerzos es el principal punto de bloqueo. A los últimos países en incorporarse a la UE dependientes de las fuentes de energía fósiles, con Polonia en primer lugar, se les pide modernizar su producción de electricidad, por lo que piden compensaciones.
España y Portugal no ven con reticencia los objetivos, pero en contrapartida quieren dejar de ser una «isla» energética y conectar su sistema eléctrico al resto de Europa para colocar su excedente de producción eléctrica generada fundamentalmente con energías renovables.
Piden para esto objetivos de interconexión obligatorios que suponen importantes inversiones. El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, advirtió que «Portugal no podrá suscribir las conclusiones» si la Península Ibérica continúa siendo una «isla energética».
El principal escollo para Portugal y España es Francia, que se niega a incorporar los excedentes ibéricos en su red de distribución, en donde domina la energía nuclear.
«Los objetivos nadie los cuestiona, pero sí su desarrollo», o cómo alcanzarlos, explicó una fuente. «Todos esperan la participación y el impulso de la Comisión», añadió. En claro esperan financiamiento, en particular el paquete de inversiones de 300.000 millones que propuso el nuevo presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
Los «sherpas» de los Estados miembros continúan las negociaciones de última hora.
De momento hay un sólo objetivo vinculante a nivel nacional, el de la reducción de gases con efecto invernadero. El de las renovables se ponderará a nivel europeo, según el borrador de conclusiones, mientras que sobre la eficiencia es sólo un objetivo indicativo.
Ebola, Ucrania y la Eurozona
Los mandatarios también focalizarán parte de su reunión del jueves en la lucha contra el ébola, que ya se cobró más de 4.500 víctimas mortales principalmente en África del Oeste.
«Discutirán qué más se puede hacer para aumentar nuestro apoyo financiero y de asistencia médica en el terreno», indicó una fuente europea.
Los Estados miembros y la Comisión ya prometieron un paquete de 600 millones de euros para combatir el ébola.
El primer ministro británico, David Cameron, prevé proponer a sus homólogos aumentar el paquete hasta 1.000 millones de euros, indicaron fuentes gubernamentales británicas.
Ucrania también será discutido, aunque no se esperan grandes avances ni cambios en la política comunitaria hacia Rusia.
El viernes, la zona euro estará en el menú. En el encuentro de los mandatarios de los 18 países que comparten la moneda única participará el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.