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Lima/Perú/AFP
Lima inauguró los XVIII Juegos Panamericanos, que reúne a estrellas del deporte continental y a otros miles de atletas en el evento más grande de la historia de Perú.
La cuenta regresiva que evocó desde el primero de los Juegos Panamericanos, en Buenos Aires en 1951, hasta la decimoctava edición, en la capital peruana, llegó a cero cuando se inició al caer la tarde la apertura en el Estadio Nacional.
Horas antes, la cita deportiva sufrió la deserción del velocista estadounidense Justin Gatlin, que derrotó a Usain Bolt y se consagró campeón de 100 metros en el último mundial de atletismo, en Londres en 2017.
Gatlin iba a participar en el relevo de 4×100 metros pero, según anunció un vocero del Comité Olímpico de Estados Unidos, decidió concentrarse en la preparación para el próximo Mundial de Doha, que empieza el 28 de septiembre. El velocista que también fue ganador del oro olímpico en la prueba reina del deporte en Atenas-2004 era una de las grandes figuras que iba a participar de la justa continental, junto al luchador grecorromano cubano Mijain López, la saltadora colombiana Caterine Ibargüen y la judoca argentina Paula Pareto, entre unos 6.700 deportistas participantes de 41 países y territorios de toda América.
Miles participan de la ceremonia en el Estadio Nacional en el puntapié inicial de la competencia que se desarrolla hasta el 11 de agosto, y en la que atletas en 21 deportes buscarán clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.
Atletismo, fútbol, natación, boxeo y el resto de las 61 disciplinas de estos Panamericanos son representados en la inauguración por artistas y bailarines en el campo de juego, entre otras coreografías que recorren las tradiciones del país y sus expresiones contemporáneas.
Unos 1.700 artistas en escena protagonizaron un “diálogo” entre las civilizaciones prehispánicas y el presente, en una representación presidida por la escenografía de los picos del Nevado de Pariacaca, ubicado en los Andes Centrales.
Una ofrenda a la Pacha Mama observada por mochileros que se toman selfis; alusiones a la reconocida gastronomía y tejidos locales, así como a la costa, la sierra y la selva, se mezclan en el acto de apertura en el que sonará tanto la melodía de “El cóndor pasa” como “Despacito”, de Luis Fonsi.
El presidente peruano, Martín Vizcarra, y su par de Bolivia, Evo Morales; el responsable de Panam Sports (Odepa), el chileno Neven Ilic, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, siguen la ceremonia desde el palco.
Aunque la cita continental apunta a unir a las naciones, en el plano deportivo se anticipa una batalla: con un medallero liderado históricamente por Estados Unidos, la competencia más reñida será por el segundo lugar, con Brasil, Cuba y Canadá como los candidatos más firmes, y Colombia perfilado para meterse en la lucha.
Hasta ahora, se pusieron en marcha deportes como vóley playa, balonmano, bowling y squash, pero las primeras preseas se entregarán hoy en el maratón.
La agenda para el fin de semana incluye igualmente las primeras pruebas de gimnasia artística y el inicio del boxeo, taekwondo, canotaje y esquí acuático, entre otras.
Sabor agridulce para el voleibol cuscatleco
No todo fue sonrisas para los atletas de voleibol de playa, quienes junto al resto de la delegación desfilaron en la ceremonia inaugural de la justa panamericana. A primera hora, la dupla masculina, integrada por David Vargas y Carlos Talavera, avanzaron a octavos de final al vencer 2-0 (21-18 y 21-13) a Dayne Stewart y Marlon Phillip, de Trinidad y Tobago.
Por su parte, la pareja femenina, conformada por Maria Fernanda Vargas y Kathya Vásquez, cayó ante las paraguayas Michelle Valiente y Patricia Caballero por 2-0 (17-21 y 13-2).
De esa forma, las cuscatlecas se quedaron sin aspiraciones de medallas.
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