Tomado de Carta Económica
www.cartaeconomica.com
2.Progresividad de la técnica tributaria
El ataque frontal a la evasión y elusión fiscal, pharm como se demostró en la primera parte, rx brindarían recursos al Estado para ampliar capacidades de acción competentes e incluso cubrir el servicio de la deuda. Esto permitiría que el Estado incurra en déficits productivos, esto es debido al impulso del desarrollo de las fuerzas productivas, a partir de la inversión social.
Sin embargo, es necesario rescatar también el criterio de justicia tributaria, que hace referencia al principio de equidad horizontal y vertical de la política tributaria. Esto implica que agentes con un mismo nivel de ingresos deben tener obligaciones similares y agentes con mayores niveles de ingresos deben responder con mayor tributación.
Como se demostró en el artículo anterior , los hogares reciben como ingreso cerca del 25% de la producción anual, mientras que las empresas absorben, como excedente bruto de explotación, aproximadamente el 70% del PIB. Atendiendo al principio de equidad vertical, las empresas deberían tener una tributación porcentualmente mayor a los hogares. Por el contrario, los hogares se encontraban tributando 25 centavos de cada dólar recibido, mientras que las empresas solamente 4 centavos.
Ahora bien, el reto de justicia tributaria va más allá de los alcances de la elusión y evasión. Se trata de un problema estructural de una técnica tributaria funcional a un modelo perverso de acumulación. Si se eliminaran los canales de corrupción fiscal y las empresas tributaran lo legalmente correspondido, los hogares seguirían pagando más impuestos con respecto a sus ingresos. Las empresas pasarían de pagar los 4 centavos por dólar, a pagar 17 centavos, todavía inferior a los 25 centavos de los hogares.
Es decir que la estructura legal de la política tributaria no cumple criterios de justicia fiscal. De acá, se pueden destacar los flujos que el Estado deja de percibir en concepto de gasto tributario, que son esquemas de exenciones o beneficios fiscales para estimular determinados sectores económicos.
Detalle de incentivos fiscales a la inversión
-Ley de zonas francas industriales y de comercialización
-Ley de servicios internacionales
-Ley de imprenta
-Ley del libro
-Ley general de asociaciones cooperativas
-Ley de turismo
-Ley de incentivos fiscales para el fomento de energías renovables y generación
de electricidad
-Exención de impuesto sobre la renta a rendimientos de títulos valores
emitidos por el Estado
Fuente: Rodríguez, Rommel et al (2013). Finanzas públicas y transparencia del presupuesto en El Salvador. FUNDE. San Salvador.
Sin embargo, gran parte de los beneficios fiscales han sido absorbidos por sectores que no compensan las supuestas ventajas de la inversión. Las leyes de zonas francas, por ejemplo, ha estimulado un sector maquilero textil de muy poco valor agregado, que para ser internacionalmente competitivo se fundamenta en la sobre explotación de la fuerza de trabajo. También se han beneficiado los centros de atención de llamadas que se desarrollan a partir de bajas condiciones laborales. De modo que es necesario examinar la pertinencia de estos esquemas de beneficios fiscales.
De forma complementaria, resultaría importante impulsar un impuesto de renta mundial a las empresas transnacionales. Se denomina renta mundial a la utilización de la fuente como criterio prioritario, entendido como reconocimiento del derecho del país fuente a gravar esos bienes en primer término y con discrecionalidad, sin perjuicio de las limitaciones que puedan convenirse en los tratados para evitar la doble tributación, y a gravar subsidiariamente las rentas de fuente extranjera, reconociendo los créditos por impuesto pagado en el extranjero en virtud del principio de la fuente. Esto evita que las grandes empresas transnacionales acudan a acuerdos de doble tributación en la que terminan evadiendo impuestos tanto en los países domiciliados como en los países sedes. Los actuales esquemas de tributación subsidian a las grandes transnacionales y representa una expoliación de los países desarrollados hacia naciones como la nuestra.
Además, es necesario recuperar el impuesto al patrimonio. Este impuesto fue derogado en el marco de las reformas tributarias impulsadas en la administración del Presidente Cristiani, éste era un impuesto a la riqueza. Se justificó la eliminación para que fuera sustituido por un impuesto predial a favor de los gobiernos locales.
Incluso el FMI, señala que la aplicación de un impuesto al patrimonio en El Salvador es una medida efectiva para los ajustes fiscales que deberían desarrollarse en el país para mejorar la situación y manejo de la situación fiscal, según Furosawa, subdirector gerente del FMI . Un impuesto de esta naturaleza permitiría gravar los 21 mil millones de dólares que acumulan como riqueza los 160 multimillonarios del país, según el informe de Wealth-X.
3.Renegociar la deuda
El Estado Salvadoreño, ha usado el endeudamiento público a lo largo de los años para financiar y mantener las reformas neoliberales de privatización, liberalización y apertura de la economía, para sostener la dolarización a partir del año 2001; además de reducir la carga tributaria de los sectores de mayor ingreso y riqueza, y trasladarle miles de millones de dólares a las grandes empresas nacionales y transnacionales que, de manera prioritaria, han ejecutado los proyectos financiados con este endeudamiento y han suministrado los bienes y servicios al Estado.
Lo anterior se da en el marco de altos niveles de corrupción pública y privada, aunque, al final toda la corrupción es privada, porque las grandes empresas y sus representantes son los que han administrado miles de millones de dólares de endeudamiento público.
Por lo tanto, esta problemática debe tratarse con urgencia ya que según datos del gobierno la deuda pública se estima en 15,692 millones de dólares para el 2014, representado el 62% del PIB.
Al incorporar la deuda previsional que estima en $24,664 millones producto de la privatización de las pensiones por lo que la deuda asciende a $40,355 millones, debido a que en 2006 no se contaba con liquidez para pagarla, se convierte en bonos por los cuales se pagan intereses y, por lo tanto, se volvió un proceso perverso de endeudamiento.
La problemática es mucho más crítica cuando se toma en cuenta la deuda externa privada que para el año 2014 fue de $6,465 millones y la deuda de los hogares y de las empresas nacionales superó los 10 mil millones para el mismo año.
La situación de la deuda país en el año 2014, sumando la deuda pública total y la deuda privada externa, totalizaba $22,156 millones de dólares. Pero si a esta deuda se le suma la deuda previsional a valor presente que era de 24,664 millones de dólares, la deuda país se incrementa a $46,820 millones de dólares, y al agregar la deuda de los hogares y las empresas con la banca a nivel local, resulta que la economía salvadoreña ha llegado a un nivel de endeudamiento equivalente a los 56,914 millones de dólares, que equivalieron en el año 2014 al 226% del PIB.
Este nivel de endeudamiento que no tiene únicamente el problema que ya es insostenible, sino que además la forma de cómo se está administrando esta deuda es en la lógica de seguir alimentando esta trampa.
Esto ha llevado a que en el año 2014 se pagara más de 3 mil millones de dólares en servicio de la deuda según datos del BCR, por lo que se hace necesario entrar en un proceso de renegociación de ésta.
En el siguiente cuadro se muestra cuáles hubieran sido los ingresos del Estado si se combatiera la evasión y la elusión, por una parte, como se puede observar para el 2014 fue de $2,548 millones y, por otro lado, si el estado dejara de destinar más de 3 mil millones de dólares al pago del servicio de la deuda, contarían con 5,611 millones de dólares, es decir, los ingresos se verían incrementados en 140% más y ascenderían a los 9,600 millones de dólares.