Caralvá
Fundador
Suplemento Tres mil
Mi exposición de literatura e historia salvadoreña será en una biblioteca, ese maravilloso sitio que contiene el recurso de la lectura lenta, el reposo de la palabra, la música en el silencio de tantas magníficas obras; será un retorno juvenil a mis recuerdos en la Biblioteca Nacional de los años setentas donde trabajé mientras estudiaba medicina general; la biblioteca estaba ubicada frente al Mercado ex cuartel en franca vecindad al antiguo Ministerio de Educación, en aquellos tiempos el edificio de 8 niveles se relacionaba con el Sistema Dewey, un sistema decimal que implica las 10 grandes clases principales: computación, filosofía, religión, ciencias sociales, lenguas, ciencias básicas, tecnología, arte y recreación, literatura, historia y geografía, de tal forma que cada nivel era una especialidad, finalizaba con una Hemeroteca con la mayoría de los periódicos del siglo XX, además los documentos de la ONU con todos sus organismos; mi sección preferida era el área internacional con una colección de los premios Nobel de literatura, era un concierto de letras que explotaban con metáforas e imágenes inolvidables, el tiempo se detenía mientras las páginas construían puentes de otras humanidades, de pronto un limbo o portal etéreo aparecía entre cada palabra, el color y el ritmo de las narraciones se podían degustar como un buen vino, el acá y el allá no existía, solo una maravillosa realidad posible en esos libros, todo llegaba a su fin cuando el sonido metálico de una solicitud partía a la mitad esos mundos, ese sonido era el pequeño montacarga que conectaba todos los pisos, llegaba con papeletas de solicitudes exactas de las obras, pero un día un terremoto terminó con aquél magnífico edificio… Ahora visitaré otra biblioteca en Baylan Park en Houston… ahora soy un extraño en la ciudad en su biblioteca, pero me encontraré con algunos viejos conocidos en los Nobel de literatura. Baylan…no la puedo disociar de Dylan, ahora convertido en Premio Nobel… para mí es una lectura maravillosa, un encuentro de la misma vertiente: música y poesía. Hay muchos molestos sobre el tema y recuerdo una cita de Julio Cortázar. “La verdad es que en los últimos tiempos han desaparecido tantas personas a quienes uno quería y respetaba. Aun los tan lejanos, como Dylan Thomas, un poeta a quien yo admiro mucho. Hablando de poetas, vimos aquí la última pieza de T.S. Eliot, The Confidential Clerk, representada por una compañía londinense. Nos pareció sencillamente idiota, y entiendo que este parecer lo comparten todos los que no tienen prejuicios tipo premio Nobel, Creo que Eliot se ha vuelo muy viejo, y además que no tiene amigos capaces de decirle la verdad. Haz una prueba de leer la obra, si te queda alguna duda” Cartas a los Jonquières /Julio Cortázar México: Alfaguara, 2010. Pág 241-242.
Así el tejido memorial invoca: palabras, eventos, fotografías, emociones etc., en plena conjugación con los libros… Baylan, Dylan Thomas, Bob Dylan… Premio Nobel… por cierto Dylan Thomas en palabras de quienes le conocían: “Dylan Thomas era como una urraca. Siempre sabía exactamente qué era lo que quería robar” Vermon Watkins, mientras su mujer Caitlin Thomas: “Dylan era un cabronazo”… de Bob Dylan Premio Nobel 2016 ya hablamos…