Basilea/Suiza/dpa
El Sevilla intentará sumar mañana su tercera Liga Europa consecutiva y quinta de su historia en una final que disputará en Basilea ante el Liverpool, mind un equipo que quiere regresar a la elite continental de la mano del técnico alemán Jürgen Klopp.
«Podemos hacer historia, pero todavía queda un partido», recordó el centrocampista polaco Grzegorz Krychowiak, consciente de que el Sevilla lleva pensando mucho tiempo en esta final después de quedarse hace tiempo sin objetivos en la Liga española, donde finalizó séptimo.
Ni Sevilla ni Liverpool se clasificaron para la Liga de Campeones en sus respectivas Ligas nacionales, pero la Liga Europa les da la oportunidad de obtener su billete para la principal competición continental, derecho que conseguirá el vencedor. Un premio que no sólo otorga prestigio, sino mucho dinero para consolidar un plantel fuerte para la próxima temporada.
El Sevilla comenzó la temporada en la Liga de Campeones, pero quedó tercero en la fase de grupos, por lo que pasó a la Liga Europa. Aquí, en «su» competición, fue progresando hasta entrar en la final después de eliminar al Shakhtar Donetsk por un global 5-3.
«No podemos tener más hambre de títulos», avisó el presidente del club español, José Castro, antes de volar a Basilea.
El Liverpool es un gigante que sueña con trasladar al presente sus conquistas del pasado, y la Liga Europa le da la oportunidad. Klopp sustituyó en octubre a Brendan Rodgers y poco a poco fue impregnando a su equipo de su sello: intensidad, despliegue físico, maestría en el uso del contraataque y mentalidad ganadora. Ya es un ídolo para su hinchada.
La cuestión es ver si sus argumentos individuales serán suficientes para destronar a un Sevilla que sabe renovarse a pesar de perder cada año a algunas de sus piezas más valiosas.
«La final está al 50 por ciento. No es una coincidencia que el Sevilla vaya a jugar una nueva final, pero todo es posible», manifestó el zaguero Dejan Lovren. Sus triunfales eliminatorias ante Borussia Dortmund y Villarreal llenaron de moral a su equipo.
Klopp deberá decidir qué hace con el volante y capitán Jordan Henderson, más el delantero Divock Origi, ambos recién salidos de lesiones. Por su parte, el Sevilla no podrá contar con el danés Michael Krohn-Dehli ni el delantero José Antonio Reyes.
El técnico español Unai Emery tiene un difícil puzzle que resolver, pues su equipo también disputará el domingo la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. De lo que nadie duda es que al frente del ataque se situará el francés Kevin Gameiro, quien marcó siete de los 14 goles que hizo el Sevilla en la actual Liga Europa.
Se estima que más de 50 millones de espectadores de todo el mundo seguirán en directo la final que se jugará en el estadio de St. Jakob Park. El Sevilla se cita con la historia y el Liverpool quiere volver a ser el de antes.