Carta Económica
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La política salarial dentro del modelo neoliberal se ha caracterizado por mantener los salarios mínimos reales por debajo de las condiciones mínimas de sobrevivencias de las personas. Es así como en los últimos años los incrementos nominales en los salarios no han sido suficientes para superar el aumento de los precios que han experimentado los bienes y servicios que conforman la canasta básica alimentaria, la canasta de sobrevivencia y la canasta ampliada de mercado, porque la lógica de las empresas, o sea, el capital es explotar al trabajador, lo que implica pagar lo menos posible para obtener grandes ganancias.
El salario es un derecho inalienable de los trabajadores, la misma Constitución de la República lo reconoce en el artículo 38, inciso 2°: “Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mínimo, que se fijará periódicamente. Para fijar este salario se atenderá sobre todo al costo de la vida, a la índole de la labor, a los diferentes sistemas de remuneración, a las distintas zonas de producción y a otros criterios similares. Este salario deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales del hogar del trabajador en el orden material, moral y cultural”.
Cuando analizamos los salarios mínimos vigentes nos damos cuenta que no se cumple con lo establecido en la Constitución ya que estos escasamente logran cubrir la canasta básica alimentaria en la zona urbana; en la zona rural la situación es totalmente diferente ya que las familias no alcanzan a cubrir ni las condiciones mínimas que una persona necesita para sobrevivir.
Durante el gobierno del expresidente Mauricio Funes se aprobó el último aumento al salario mínimo en 2013, el cual fue del 12% para todos los sectores económicos, el último ajuste se realizó en enero del 2015 quedando de la siguiente manera:
Como puede observarse en el cuadro anterior, el sector comercio y servicios cuenta con el salario más alto en la actualidad con US$ 251.7, seguido por la industria con US$ 246.6 y para la maquila el salario es de 210.9 dólares. Para los trabajadores de la agricultura el salario es de apenas US$ 118.2.
De acuerdo a lo establecido por el Código de Trabajo de nuestro país el salario mínimo deberá ser revisado por lo menos cada tres años1. Es así que desde inicio del 2016 el tema del aumento del salario mínimo estuvo sobre la mesa en el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), ente encargado de revisar las propuestas de los diversos sectores para aprobar e incrementar el salario mínimo; dentro de esas propuestas se encontraba la realizada por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y la del Ejecutivo.
En este contexto, en junio del presente año, el CNSM intentó favorecer al sector empresarial aglutinado en la ANEP aprobando un incremento al salario mínimo para los próximos tres años de apenas el 15% para los diferentes sectores económicos, a excepción del sector comercio y servicios cuyo aumento sería del 13.5%. Este incremento correspondía a la propuesta hecha por la ANEP a quien solo le interesa mantener amplios márgenes de ganancia sacrificando a los trabajadores con salarios bajos o mejor dicho con salarios de hambre.
El siguiente cuadro muestra el incremento propuesto por la ANEP y vemos de manera clara como este era una burla para el pueblo salvadoreño que trabaja largas jornadas de trabajo y muchas veces en condiciones laborales precarias.
De haberse dado esta propuesta, el incremento acumulado en los tres años habría aumentado de la siguiente forma (suponiendo que el primer incremento se hubiera realizado en este año): el salario mínimo en el sector comercio y servicios que se paga en la actualidad que es de US$ 251.70 se habría incrementado en US$ 35.54; Industria que tiene un salario de US$ 246.60 habría incrementado US$ 38.87; mientras que textil y confección de US$ 210.90 tendría un aumento de US$ 33.25; mientras que la situación para los trabajadores agrícolas era más crítica con dicha medida, ya que el salario llegaría a US$ 136.83.
Este incremento no contribuiría a resolver la situación económica que vive la mayoría de la población salvadoreña ya que como se muestra en el cuadro anterior el aumento diario es insignificante comparado a las necesidades básicas.
Además, otro de los elementos a tomar en consideración en este análisis es que cuando comparamos los salarios de El Salvador con los demás países de Centro América nos damos cuenta que nuestro país y Nicaragua tienen los salarios mínimos más bajos de la región.
Debido a que el incremento al salario propuesto por la ANEP era una burla para el pueblo salvadoreño y no significaba una verdadera mejoría para los trabajadores, además tomando en consideración que los salarios en El Salvador son más bajos que los de algunos países centroamericanos como ya se mencionó, el Gobierno presentó una propuesta en la cual contemplaba un ajuste salarial que se establecía como límite inferior los 200 dólares y límite superior los 300 dólares. Dicha propuesta fue aprobada la semana pasada por el Consejo Nacional del Salario Mínimo; como era de esperarse los representantes de la ANEP no apoyaron este incremento ya que va en contra de sus intereses económicos y su lógica de mantener altas tasas de rentabilidad. En el cuadro siguiente se detalla el aumento al salario mínimo correspondiente a cada sector económico.
Como se puede observar en el cuadro anterior, con dicho incremento se aliviará un poco más el bolsillo de los trabajadores y retribuye de alguna forma la enorme explotación y desigualdad existente; en el caso del sector comercio, servicios y la industria el salario se incrementará 48.30 y 53.40 dólares respetivamente, alcanzando los US$ 300 ambos sectores, en cuanto a la maquila el incremento mensual será de US$ 84.10 llegando a los 295 dólares, mientras que el sector agrícola tendrá un salario de 200 dólares, el aumento mensual será de US$ 81.80.
Este aumento al salario mínimo, más allá de ser un logro del Gobierno, es un logro para la clase trabajadora que por años ha luchado por un salario justo; lo cual le permitirá tener acceso a los servicios básicos como salud, educación, agua, luz, a los que probablemente jamás podrían acceder con el salario propuesto por la ANEP.
Al comparar la propuesta hecha por la ANEP y la del Gobierno que fue aprobada con relación a la canasta básica alimentaria, nos damos cuenta que con el incremento que proponía la Empresa Privada, en el mejor de los casos, lograba cubrir escasamente la CBA, es decir que los trabajadores ganarían para solventar sus gastos de alimentación y en el caso de los trabajadores del sector agrícola habrían logrado cubrir solo el 83% de dicha canasta con ese salario.
En cambio, con la propuesta aprobada el escenario es un poco más alentador ya que todos los sectores logran cubrir su canasta básica alimentaria, en el caso de la zona urbana el sector comercio, servicios y la industria lograrán solventar sus gastos de alimentación y contarán con un excedente para la satisfacción de otras necesidades, caso similar es el de la maquila. Es importante reconocer que por primera vez los trabajadores del sector agrícola lograrán abastecerse de la canasta básica ya que por años los salarios de la zona rural se han mantenido por debajo de sus gastos en alimentación, obligando a vivir a estos trabajadores en condiciones de pobreza extrema y en el peor de los casos en la miseria. Sin duda, con este nuevo incremento los trabajadores agrícolas lograrán mejorar sus condiciones de vida.
Con la aprobación del nuevo aumento al salario mínimo, según datos del Ministerio de Trabajo, se beneficiarán a más de 693,372 trabajadores de los diversos sectores económicos lo cuales podrán tener mejores condiciones de vida; también dentro de la propuesta aprobada se contempla un incremento para los miembros del Fondo de Protección de Lisiados y Discapacitados a Consecuencia del Conflicto Armado (FOPROLYD), los cuales sumarían un total de 19,165 beneficiados.
Cabe mencionar que el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, ha respaldado esta propuesta y manifestó que es importante salir de la gran inequidad en que vivimos, en el cual mientras los dueños de la empresa ganan mucho, los trabajadores ganan poco. Además, aprovechó para hacer un llamado a la empresa privada, expresando lo siguiente: “he escuchado su inconformidad, pero cómo es posible que los empresarios no piensen en el bien de sus trabajadores. Este es un tema de justicia social, pero también de equidad ”2.
Es importante que los trabajadores se mantengan atentos a las acciones que ha manifestado realizar la ANEP, tal como lo anunció su presidente, Luis Cardenal, que presentarán al menos tres recursos jurídicos para frenar el aumento al salario mínimo avalado en el Consejo Nacional de Salario Mínimo con los votos del sector laboral y se dispongan a defender con huelgas y manifestaciones si progresa alguna de las iniciativas de esta derecha recalcitrante.
Para finalizar, hay que reconocer que el Gobierno ha interpuesto los intereses de los trabajadores sobre los del sector privado, sin duda, esto le traerá consecuencias al Ejecutivo porque ha tocado uno de los puntos más sensibles de la burguesía oligárquica de este país, que como ya lo sabemos no se quedará de brazos cruzados para evitar que el incremento al salario mínimo sea una realidad.