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La Habana / PL
Adalys Pilar Mireles
El embajador de Bolivia en Cuba, Juan Ramón Quintana, llamó a fortalecer la campaña internacional encaminada a apoyar la causa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, encarcelado desde abril.
Lo más valeroso ahora es una campaña internacional capaz de aglutinar a organizaciones sociales, artistas y a jóvenes fundamentalmente, con el fin de apoyar moralmente a Lula, para que no desmaye bajo ninguna circunstancia ese afán cívico y patriótico de reconducir el destino de su patria, comentó el diplomático a Prensa Latina.
Debemos decirle desde aquí al exmandatario -añadió- que permanezca vigilante, de pie ante la arrogancia imperial que tiene testaferros brasileños dispuestos a cercenar su cabeza política.
Quintana denunció que en Brasil están desmantelando los grandes logros sociales desarrollados por Lula y Dilma Rousseff, asimismo alertó sobre la influencia de maquinarias mediáticas las cuales en su opinión impiden el pronunciamiento social y neutralizan el espíritu de rebelión.
El líder del Partido de los Trabajadores definió como injusto y muy sospechoso el juicio en su contra por cargos de corrupción y lavado de dinero.
En la entrevista concedida a Prensa Latina el embajador reiteró su condena al intento de magnicidio contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el cual calificó de acto demencial.
Experimentamos en América Latina una contraofensiva que ya no tiene límites (..) en el fondo tratar de eliminarlo no significa otra cosa que una búsqueda desesperada, angustiosa del imperio norteamericano por controlar el patrimonio energético de esa nación, que beneficia también a los países más necesitados del área, insistió.
Adicionalmente persigue destruir el horizonte de expansión solidaria del programa bolivariano fundado por Hugo Chávez, consideró.
Según su criterio otro de los objetivos es escarmentar a los pueblos, enviar el mensaje de que en el futuro nadie debería atreverse a seguir los pasos de Chávez, de Nicolás Maduro, de Fidel Castro, de Miguel Díaz-Canel, de Evo Morales, Rafael Correa o de Daniel Ortega.
Hay un mensaje implícito -dijo-, lo más terrible de todo es la complicidad de países lacayos, intervenidos, ocupados políticamente y militarmente que son los que desarrollan capacidades funcionales para llevar adelante este tipo de engendro.
Quintana advirtió sobre la existencia de un plan para socavar la unidad latinoamericana y desvertebrar los bloques o alianzas regionales.
No es casual la salida de Colombia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), no serán casuales los pasos próximos que seguramente darán Argentina y Chile, agregó.
Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), Unasur, han sido golpes duros para la hegemonía estadounidense(..) nuestra bandera es la unidad, la integración, la paz en la región, no para enfrentarnos a Washington sino para que nuestros pueblos puedan acelerar sus procesos de desarrollo, manifestó.
