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Sorpresivamente el paratleta salvadoreño Herbert Aceituno y su entrenador, Jorge López, retornaron la noche del domingo anterior a El Salvador, trayendo en el pecho la medalla de bronce ganada en los 59 kilos de Parapowerlifting de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Al aparecer en la sala principal del Aeropuerto Internacional de El Salvador “San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez”, Aceituno y López fueron recibidos de manera afectuosa por sus familiares y por el Gerente de Desarrollo deportivo del INDES, Dinora Acevedo.
Al ver a su madre, Marta Celia López, el pequeño medallista paralímpico fue a su encuentro para fundirse en un emotivo y eterno abrazo, como cuando Herbert era un chico. Tras un breve intercambio de impresiones sobre el viaje y lo mucho que se ha extrañado, Aceituno procedió a colocarle el bronce a su estimada madre. Presea que antes de partir le había prometido a su fallecido padre.
Ante la sencillez de su madre, el atleta mediático de los últimos días expresó: “Me siento emocionado, sin palabras y muy agradecido primeramente con Dios, a quien le pedí de todo corazón poder tener un buen resultado y lograr esta prometida medalla a mi padre y ahora compartirla con mi madre ”.
En la misma línea, Aceituno reconoció que esta medalla es el resultado del trabajo en equipo que han realizado con su entrenador y todo un equipo técnico que le acompañó en esta aventura deportiva, así como del incondicional apoyo que le brinda el INDES, a través de su Presidente Yamil Bukele y otras instituciones que han valorado su esfuerzo y se sumaron a su gran sueño.