Por Cristóbal Chávez Bravo
SANTIAGO/Xinhua
Las lluvias que azotan la zona centro-sur de Chile han dejado hasta ahora una persona fallecida y más de 7.500 damnificados, además de una ciudad inundada casi en su totalidad y pérdidas agrícolas millonarias en territorios exportadores hortofrutícolas, de acuerdo con el último balance difundido hoy viernes por las autoridades.
El temporal afecta a nueve regiones del país sudamericano, entre Coquimbo y Los Ríos (sur), y ha dejado 7.510 damnificados, según el reporte más reciente del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) de Chile.
“Hay afectaciones acumuladas en las distintas regiones que vivieron este sistema frontal, particularmente en la región Metropolitana, Valparaíso (centro), hasta incluso la zona norte de la región de La Araucanía (sur), donde los cauces de los ríos están en su máxima capacidad”, señaló la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, en el balance de la noche del jueves.
La funcionaria chilena explicó que “hay una situación de riesgo”, al señalar que “en las zonas costeras hay marejadas bastante intensas, los caminos están todos mojados y muchos de ellos con inundaciones”.
En Chile está vigente desde el jueves el decreto de zona de catástrofe entre las regiones de Coquimbo (norte) y Ñuble (centro-sur), incluida la Metropolitana de Santiago, por el temporal de lluvias que azota a este territorio.
El territorio más afectado fue la localidad de Curanilahue, a 600 kilómetros al sur de Santiago, en la región de Biobío, debido a que resultó inundada casi en su totalidad por las lluvias y los desbordes de los ríos aledaños.
En tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile, Antonio Walker, ha señalado que aún es temprano para estimar pérdidas, pero ejemplificó que las lluvias del año pasado dejaron daños por 1.500 millones de dólares. “En estos desastres naturales, poder tener disponibles créditos de emergencia con buenas tasas, a largo plazo, es lo primero que piden los sectores dañados. Por eso el llamado que hicimos a Corfo (Corporación de Fomento de la Producción), al Banco Estado, a la banca privada en general”, aseveró.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, indicó que más de 1.000 agricultores fueron afectados en la región de Biobío, un territorio hortofrutícola por excelencia y exportador.
“Lamentablemente, todas estas zonas donde tenemos muchos productores de hortalizas, ganaderos, entre otras actividades, han vuelto a ser afectadas”, indicó el funcionario a la prensa local, al agregar que lo más grave es la pérdida de suelo productivo.
“El 95 por ciento de los alimentos del mundo se producen en el suelo (…) cuando se pierde la tierra, eso demora más en recuperarse y, por tanto, hay una afectación directa a la agricultura”, explicó Valenzuela.