Ana Gloria Carranza
Carmen Eugenia Pinto *
Qué pena nos da la instrumentalización de nuestros jóvenes que por diversas causas, generic nacen, medical crecen y mueren despojados de todo.
Siendo luego Instrumentalizados por los grupos de poder, que en lugar de ayudarles en la búsqueda de soluciones, los despojan de toda humanidad, convirtiéndoles en miembros del crimen organizado.
Como salvadoreños hemos pasado por diferentes etapas históricas de opresión y violencia. Pero situaciones como las que estamos viviendo en estos momentos, nos indican con tristeza, que estamos atrapados dentro de una violencia primitiva.
Porqué es fácil instrumentalizar al joven desposeído? Porque se les ha vendido la idea que lo fácil es su mejor amigo. Haciéndoles pensar que así conseguirán inagotables beneficios. Que la codicia no cuesta nada pues no tiene precio.
Porqué es tan fácil para los grupos de poder instrumentalizar a nuestros jóvenes? Porque encuentran un velo barato donde esconder sus verdaderos negocios. Haciendo de ellos y de los que los rodean espíritus angustiados y corazones abatidos. Vidas que toman con manos inconsideradas, para utilizarlos sin vacilación ni límites. Liquidándolos cuando ya no les son útiles. Utilizándoles como mercancía.
“Lo barato sale caro” decían ya sabiamente nuestras abuelas. Y en nuestra situación de violencia actual, lo podemos comprobar, ya que, cuando no se mantienen permanentemente programas sociales de prevención, con el debido seguimiento, las estructuras se aflojan y se deterioran.
Por ello, celebramos los diversos programas dirigidos a nuestros jóvenes que el Presidente Salvador Sánchez Cerén está implementando con INJUVE a través de su gobierno. Así como el proyecto “JóvenES con todo” con una cobertura de atención para 100.000 jóvenes.
Con estos esfuerzos jamás podremos perder la esperanza, pues si bien hemos conocido los efectos de lo barato, ahora vemos que lo caro es necesario. Porque hay que proteger a la población. Porque nos llama al seguimiento, a valorar la vida, porque la vida es cara.
Porque al residir en un país donde el 90% de la población se dice cristiano/a, aspirar a vivir en gracia le ha costado caro a Dios, porque para conservarla dio la vida de su hijo Jesucristo.
Porque no podemos entregar la vida de nuestros jóvenes, tan valiosa, todos hermanos salvadoreños, para entregarla a los perros, para que los coman, porque Dios reside en cada uno de ellos.
Informémonos y apoyemos todos los programas que el presente gobierno está ejecutando en favor de nuestra juventud. Su implementación y seguimiento nos llevará a disfrutar a nuestro amado país, con la merecida esperanza del Buen Vivir.
*Amigas CAPI