Yaneth Estrada
@caricheop
El ministro de Salud, Francisco Alabí afirmó que “toda la evidencia científica demuestra que, en un franco crecimiento COVID-19, lo más importante es evitar la exposición”, y justifico la declaración de Emergencia Nacional decretada por el secretario jurídico de la Presidencia el pasado fin de semana.
Según el funcionario, “nuestro único objetivo es atender eficientemente esta pandemia de COVID-19”; sin embargo, la declaración fue considerada inconstitucional por invadir atribuciones de la Asamblea Legislativa, por lo que actualmente la FGR y una ciudadana presentaron demandas a la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
“Una situación es el Estado de Emergencia y una muy diferente es la Ley para el cumplimiento de la cuarentena COVID-19”, dijo el funcionario y muchos especialistas destacaron que una de las principales diferencias es la compra de insumos y productos sin someterse a la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP).
Por otra parte, el ministro mencionó que la OMS no es el único ente internacional del cual El Salvador escucha opiniones para saber sobre el desarrollo de COVID-19, “sino que hay otras organizaciones y países que han desarrollado bien y nos dan las herramientas y evidencias para ajustarlas”, dijo.
Fuertes críticas
Ante errores de diagnóstico y hasta denuncias por negligencia, el doctor Iván Solano Leiva, infectólogo, sostuvo que “dudamos de los datos oficiales de Presidencia, creemos que los están manipulando para objetivos políticos. Se disparan los casos y se disparan las muertes de acuerdo a los tiempos políticos”.
“Si tuviéramos una verdadera fotografía (de los datos), a los técnicos en salud pública les serviría para tomar buenas decisiones, esas decisiones vienen desde Presidencia y son visiones erradas”, enfatizó Solano Leiva.
Asimismo, señaló que si el 80 % de casos confirmados de COVID-19 son asintomáticos y leves, el problema es que quieren tener al 100 % de pacientes hospitalizados; “ese es un mal manejo de parte del Ejecutivo”, consideró.
El Salvador cuenta con 1,413 casos confirmados de COVID-19; de estos, hay 30 casos de fallecidos, 474 casos de pacientes recuperados, con un total de 57,883 pruebas realizadas.