José Guillermo Mártir Hidalgo
El ilusionista salvadoreño Francis Fanci expone que hay una relación antiquísima entre los grupos criminales y lo metafísico1. Manifiesta que el ser humano necesita protegerse de manera sobrenatural por lo que busca ayuda espiritual. Considera que los cultos satánicos son religiones oscuras. Distingue dos tipos de hechicería: la simpática, donde el hechicero hace algo que tendrá repercusión en la persona que está representada, y la orgánica, en la que introduce al cuerpo de la víctima algo dañino, principalmente, a través de la comida. Los rituales tienen algo de realidad como es la subyugación telepática, donde la persona tiene una exaltación y libera energía que la dirige a otra persona.
Los criminales se conectan con la “Santa Muerte” para obtener poder y protección para cometer sus crímenes. La “Santa Muerte” es objeto de culto de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio Dieciocho, quienes son responsables del noventa por ciento de los homicidios y el ochenta y tres por ciento de las extorsiones que se dan en el país. Este culto se origina por la influencia de los carteles mexicanos de la droga.
En El Salvador ha habido una intolerancia a las expresiones espirituales alternativas a la línea oficial. Desde esa posición, actitudes fanáticas se han dirigido hacia masones, protestantes y librepensadores.
El poeta y ensayista salvadoreño Miguel Huezo Mixco sostiene que los masones y los protestantes han hecho una contribución importante a la modernidad y a la democracia salvadoreña1. Cuenta que el Teniente José Belisario Peña, militar que peleó contra el general Maximiliano Hernández Martínez y participó en el golpe de Estado contra el general Fidel Sánchez Hernández fue masón, al mismo tiempo, padre del revolucionario Felipe Peña.
El periodista salvadoreño René Hurtado opina que la masonería en El Salvador ha estado presente en los grupos de poder2. Expresa que cuando la masonería ha tenido el control del gobierno ha restringido las actividades a la Iglesia y a la izquierda progresista. Indica que los masones se han agrupado en la derecha capitalista, política y militar. Asevera que el Gran Maestro de la Gran Logia Cuscatlán, Nicolás Salume Barake, quien desempeñó dicho cargo desde mil novecientos noventa y siete hasta su muerte en el dos mil catorce, proporcionó al candidato a la presidencia Mauricio Funes tres millones de dólares para su campaña electoral y le facilitó una residencia en la colonia Campestre para que se mudara a vivir en ella una vez presidente electo. Esta amistad del Gran Maestro con el presidente Mauricio Funes viene del hecho que su padre, Roberto Funes, es masón.
Igualmente, el exalcalde y candidato presidencial Nayib Bukele es otro político vinculado con la masonería. Siendo alcalde, suscribió un convenio con la entidad privada perteneciente a la masonería llamada Club Shriner3. Esto para prestar atención integral de salud en las comunidades capitalinas, por medio de jornadas médicas.
EL SATANISMO EN LA FRANCMASONERÍA
A nivel internacional, Naciones Unidas tiene un plan para poner fin a la pobreza. El plan “Transformando nuestro mundo: la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, que pretende una transformación planetaria monumental4. Van a transferir la riqueza de las personas de clase media de los Estados Unidos y otras naciones a los pobres. ¿Por qué la clase media norteamericana y europea es blanco de las Naciones Unidas para la redistribución de la riqueza? Si el Vaticano es el Estado más rico sobre la faz de la tierra y el Papa la persona más rica del mundo, como administrador visible de esa inmensa riqueza. Y la élite de los más ricos constituye el uno por ciento de la población, siendo propietarios del ochenta y dos por ciento de la riqueza global. La concentración de la riqueza en manos de una minoría supone un nivel de desigualdad “sin precedentes” que tiene su correlato en el secuestro de los procesos democráticos por parte de las élites. El plan de las Naciones Unidas buscaría que quede solo una clase baja gigante y una clase súper alta, la creación de un nuevo Estado Feudal Global, una dictadura científica dirigida por la élite y reducir la población mundial de siete mil millones a quinientos millones.
El escritor norteamericano Paul McGuire, autor de “El Código Babilonia”, sostiene que existe una red de grupos semisecretos y secretos que controlan presidentes, primeros ministros, medios de comunicación, directores y ejecutivos de grandes empresas y naciones enteras5. Estas sociedades están encabezadas por élites luciferinas que pretenden transformar la sociedad y están constituidas por personalidades de familias reales y hombres poderosos de negocios, magistrados y altos mandos militares.
El satanismo es un privilegio exclusivo de estas élites mundiales desde hace mucho tiempo, pero lo han ocultado a través de una poderosísima red de cómplices en todas partes6. El satanismo es un ritual sádico erótico en el que someten a sus víctimas a violación, tortura y muerte7. Realizan estos rituales para alcanzar otros niveles de conciencia a través del sufrimiento extremo. Niños inmigrantes y sin familia son los principales sacrificados.
La francmasonería cree que Lucifer es el “Dios de la luz y el Dios del bien, luchando por la humanidad contra Adonay, Dios de las tinieblas y el mal”.8 La francmasonería se está introduciendo como la Nueva Religión Mundial. Y desde mil setecientos setenta y seis ha sido un gobierno internacional omnipresente, que opera de manera traidora dentro de los Estados Unidos. A través del culto Illuminati se lava el cerebro y se entrena a personas para que se conviertan en asesinos.
El “Francotirador de Maryland” fue diseñado para traumatizar y manipular al público. El “propósito” era construir un caso para el control de armas y la participación doméstica del ejército.
El Washington Post presenta a los satanistas como simpáticos bromistas, quienes usan el avatar del mal supremo para promover valores humanistas y pluralistas9. Pero no menciona su propensión al tráfico de niños y al sacrificio humano. Efectivamente hay una epidemia de abusos infantiles satánicos, en los más altos niveles de poder de Estados Unidos. El fundador del satanismo moderno fue Shabbatai Tsvi, quien sostenía que los treinta y seis pecados prohibidos por la Biblia ahora estaban permitidos. Su sucesor, Jacob Frank, hizo que el satanismo se apoderara del mundo occidental a través de la dinastía financiera de los Rothschild. El Washington Post está bajo control de estos banqueros satánicos. Simultáneamente las comunidades militares y policiales están corrompidas por los satanistas. Evidentemente el ultra satanista Michael Aquino encabeza la guerra psicológica de los Estados Unidos.
El poder está en manos de personas malas, quienes han cedido a las tentaciones de Lucifer10. Lucifer es la tentación que te hace hacer cosas malas por egoísmo, pereza, codicia, avaricia, lujuria, gula, soberbia, envidia e ira. Al principio, robás, mentís y engañás. A medida que vas subiendo a la cúspide de la pirámide de poder, te piden que hagas cada vez algo peor para entrar en los altos grados de la masonería. Cuanto más alto subes, más satánica será la prueba. Te van llevando en escalones del poder a hacer un mal cada vez mayor hasta llevarte a violar, matar, empalar y comer a niños. Una vez que has participado en estos rituales, no hay marcha atrás porque te chantajearán.
El que se atreve a denunciarlos puede ser destituido, perseguido, amenazado, encarcelado, desaparecido y asesinado. Quienes entran en los círculos de poder tienen que haber perdido todos sus principios morales.
¿SATANISMO EN LA MASONERÍA SALVADOREÑA?
No se registra información de satanismo en la masonería salvadoreña, quien se define a sí misma como institución discreta de carácter iniciático, no religiosa, filantrópica, simbólica y filosófica, fundada en un sentimiento de fraternidad11. Aunque la Iglesia Católica la percibe como una sociedad secreta que busca el poder político y ligada a sectores de poder económico. Tal vez la percepción intolerante hacia los masones se deriva de sus ritos. René Hurtado describe algunos que se dan en diversos grados del Rito Escocés12. El masón “aprendiz” es el primer grado, jura no revelar ninguno de los secretos de la masonería.
El masón “compañero” es el segundo grado y jura no revelar ninguno de los secretos de la masonería a los que no son masones. La naturaleza de Lucifer en cuanto ángel de la luz es el grado dieciocho, el venerable maestro de la logia hace una parodia de la misa con pan y vino “consagrado”.
El signo de destrucción y muerte oprobiosa es el grado veintinueve, el iniciado patea y escupe sobre un crucifijo. “Caballero Kadosh” es el grado treinta. Kadosh significa consagrado, santo o purificado. Se debe patear la tiara papal y la corona real y jurar liberar a la humanidad “de las ataduras del despotismo”.
La masonería jugó un papel fundamental en la secularización del Estado salvadoreño (1871-1886). Dicho proceso perseguía la sustitución del liberalismo católico español por un liberalismo radical que demandaba la total separación entre Iglesia y Estado13.
Ahora bien, el candidato presidencial Carlos Calleja presenta vínculos con la masonería satánica a través de su relación con la Fundación Clinton, organización sin fines de lucro que promueve el mundialismo masónico14. Su fundador, Bill Clinton, es un masón con antecedentes criminales como narra Cathy O’Brien en “Trance Formation of América”.15
-ritos-satanicos-de-las-
1Pandilleros actúan inspirados por ritos satánicos. En: http://diario1.com/nacionales/
12 Hurtado, René. El legado masónico de Funes: la opción preferencial por los ricos. En: Opus 13 Valdés Valle, Roberto Armando. Masones, liberales y ultramontanos salvadoreños: debate 14 Fundación Clinton. En: https://en.wikipedia.org/wiki/
O’Brien, Cathy y Phillips, Mark. Trance Formation of America. En: