La cúpula empresarial desarrolló el lunes su XV ENADE, viagra dedicado a la seguridad ciudadana, y trajo como su único ponente al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.
Previamente, la ANEP contrató a la empresa de Giuliani, para que hiciera un diagnóstico de la situación de inseguridad en el país, que dio como resultado una propuesta, la cual fue entregada en la actividad del ENADE.
Muchas de las recomendaciones que hizo públicas Giuliani en el evento del ENADE y en sus intervenciones en algunos canales televisivos ya están contempladas en la Política de Seguridad del Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, y en el “Plan El Salvador Seguro” que el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana Y convivencia elaboró el año pasado y que le fue entregado al Presidente en enero de este año.
Giuliani, por ejemplo, recomienda que las instituciones que tienen que ver con el tema de la seguridad trabaje de forma conjunta y controlar los territorios que puedan estar bajo control pandilleril.
Pues bien, si se lee la primer estrategia del Eje 1 del Plan sobre la Prevención de la Violencia dice literalmente: “Intervención articulada, interinstitucional e intersectorial para recuperar el control del territorio, focalizando acciones en los grupos poblacionales que viven en condiciones de mayor exclusión y vulnerabilidad a la violencia y la criminalidad.
Esa estrategia tiene varias acciones entre ellas, la tercera, que dice: “incrementar la presencia del Estado en municipios prioritarios, identificados como los más violentos, con servicios de prevención de violencia; atención a familias; atención a víctimas y rehabilitación; ampliación de espacios públicos; fortalecimiento de iniciativas y programas de policía comunitaria, sociales, recreativas, deportivas y culturales, en asocio con los entes territoriales”. Es decir, el señor Giuliani no ha recomendado nada nuevo a este Gobierno o que el Consejo de Seguridad no haya contemplado, muchas de las acciones están en marcha, y otras, a punto de concretarse.
Diario Co Latino comenzó en su edición de ayer a publicar algunas acciones contempladas en el Plan de Seguridad elaborado por el Consejo Nacional de Seguridad, para que nuestros lectores conozcan parte del Plan, y no se dejen sorprender de consultorías extranjeras, porque hay salvadoreños y salvadoreñas con mucha capacidad para elaborar un plan y tenemos la institucionalidad para hacerla efectiva.
Claro, esto no quiere decir, que el Gobierno no deba tomar a bien las recomendaciones, tal como lo ha expresado el Presidente Sánchez Cerén, pues, cualquier insumo que otras experiencias compartan con el Gobierno, con las autoridades y el Consejo, debe ser bien recibido, pero como eso, como insumos, como mucho.
Si, llama la atención que el señor Giuliani no haya hablado ni ante el empresariado ni en sus intervenciones en la televisión, sobre el financiamiento de su plan de seguridad en Nueva York, que fue de varios miles de millones de dólares.
Seguramente porque lo “olvidó”, o porque los señores de la ANEP le pidieron al señor Giuliani no hablar de los costes de un plan para combatir la inseguridad, y en cambio habló de “voluntad política”. Pero más que voluntad política, de lo que debió hablar es de cuanto les costó a él en Nueva York echar andar su plan, y cuanto le costaría a El Salvador echar a andar su propuesta.
El Plan que el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia no ocultó este dato en el plan, el cual se estima en dos mil millones de dólares. Parte de esos fondos, por cierto, ya están contemplados en el presupuesto nacional.